Año electoral; cambios; el PSOE perdiendo por primera vez la Mancomunidad o el PP ganándola por primera vez -dos formas de ver una misma realidad; relevos en las alcaldías; Covap dando luz verde a su nueva apuesta de desarrollo; la comarca combatiendo la despoblación; la colección de libros escritos por autores de Los Pedroches creciendo… Y así hasta completar 365 días. Pero 2023 no pasará a la historia de la comarca por ningún acontecimiento de esta índole porque el 2023 que hoy cierra su espacio se paró el 17 de abril, el día que la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía emitió una resolución en la que se declaró como no apta para el consumo humano el agua de la zona de abastecimiento del norte de Córdoba. ¿La razón? La existencia de valores superiores a los permitidos de carbono orgánico total (COT).
Desde entonces han pasado muchas cosas, pero ninguna de ellas ha servido para acabar con la imagen común en la comarca de Los Pedroches y en el Guadiato: la ciudadanía haciendo colas para llenar sus garrafas de agua en los puntos determinados en cada municipio. En estos meses, la población se quedó sin agua por fallo en el sistema de bombeo de La Colada a Sierra Boyera -que llegó a secarse por completo- en pleno verano; se ha tenido que ir acostumbrando a los días sin reparto, a los cambios de ubicación, a utilizar el agua del grifo únicamente para el aseo y eso que el líquido no suele invitar a ello. Y se ha tenido que acostumbrar, de igual modo, al rifirrafe político y a los anuncios continuados en torno a un tema que invita, simplemente, a aplicar soluciones y dejarse otras cuestiones para cuando esa imagen típica de otros tiempos pase a mejor vida.
El agua marcará el inicio del nuevo año, fundamentalmente, porque sigue sin llover y eso es clave. En segundo lugar porque las soluciones aplicadas por Junta y Diputación deben ver la luz, mientras en la zona son muchas las voces que apuestan por otra hoja de ruta. El día 11 de enero llega una reunión con todas las administraciones implicadas que será realidad gracias a la acción de la plataforma ‘Unidos por el agua’. Y es que entre tanto ruido, o tan poco porque la ciudadanía parece haber despertado tarde, un grupo de ciudadanos se dio la mano para abanderar la lucha contra el olvido. Una plataforma que se ha tenido que ganar a la opinión pública, pero que consiguió cambiarlo casi todo el día que cuatro de sus miembros se pusieron en huelga de hambre. El impacto de un sacrificio individual por un bien colectivo pareció despertar a esa ciudadanía que acepta lo que le venga, aunque eso sea volver a imágenes en blanco y negro.
Informativamente, las colas del agua han copado todo, pero si hablamos de ese retroceso en el tiempo hay que acordarse de aquel 8 de agosto donde se confirmó un caso de violencia machista en Pozoblanco. Un hombre mató a la que era su pareja, el día antes de que ella decidiera dejar ese infierno definitivamente; luego, se suicidó. Y ante discursos negacionistas, la realidad más dura se impuso y no avanzar en la lucha contra la violencia machista también es retroceso. Por eso, la comarca de Los Pedroches solo merece un 2024 en color.
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