«No debemos olvidar que el origen de este día surge de la muerte de mujeres que luchaban por su derecho a un trabajo y a un sueldo digno«, bajo esa premisa la Asociación de Mujeres Ventana Abierta ha defendido el 8M que «no es un día para felicitaciones, no queremos que un día tan señalado se convierta en un día de fiesta, no queremos regalos ni días comerciales». En contra de eso, el colectivo apuesta por tomar conciencia, evaluar la condición y la posición de las mujeres en su entorno. Así arrancó un manifiesto que se leyó ante la concentración celebrada en la Avenida Villanueva de Córdoba de Pozoblanco.
«El Día Internacional de las Mujeres conmemora el camino que han atravesado todas a lo largo de la historia en temas de inclusión, política, trabajo y derechos humanos. Hoy es una fecha que reúne a millones de mujeres en todo el mundo para exigir la protección y respeto de sus derechos, erradicar la violencia de género y genera conciencia sobre la importancia de la equidad», se escuchó durante la lectura del manifiesto. La asociación defendió que «tenemos que seguir recordando, con tristeza pero también con rabia, esa rabia que impulsa a la lucha, las violencias que sufren cotidianamente las mujeres y las carencias que las condenan a la marginación y la soledad».
En este punto, el manifiesto recogió las palabras de Rosa Luxemburgo: «Luchamos por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres«. Las mujeres de Ventana Abierta, respaldadas por quienes secundaron la concentración, exigieron el cumplimiento de todos los compromisos internacionales de derechos humanos de las mujeres, un compromiso que tiene que extender al «reconocimiento de los retos que miles de mujeres enfrentan día a día en todos los ámbitos de su vida, incluyendo el caso de las agresiones sexuales y la violencia machista».
«Incorporar la perspectiva de las mujeres y de género es desde hace más de una década una obligación legal, en tanto que principio rector de todos los poderes público que desgraciadamente siguen sin cumplirse porque «no nos equivoquemos, las mujeres no tienen los mismos derechos que los hombres. Y aquí apareció la parte más reivindicativa denunciando la brecha salarial, el hecho de que las mujeres lleven la carga del cuidado ante lo que se pide una conciliación familiar real y también se pidió una educación en igualdad.
En esa parte, en la reivindicativa, también se defendió que «queremos ser dueñas de nuestro cuerpo, tanto a nivel reproductivo como sexual; estamos en contra de la pornografía porque vende la sumisión de las mujeres a los hombres; reivindicamos la abolición de la prostitución, siempre se dice que es el oficio más antiguo del mundo, no os equivoquéis, el oficio más antiguo del mundo es el de putero. Y, por supuesto, vamos a luchar porque los derechos conseguidos no se nos quiten como pretenden aquellos que defienden el patriarcado». Unas reivindicaciones que Ventana Abierta gritó al igual que viene haciendo en sus más de 28 años de historia.
Para terminar, se lanzó una reflexión: «Creo que todas las mujeres son feministas. Quizás se nieguen a admitirlo, pero si viajasen cuarenta años atrás en el tiempo y alguien les preguntase si ese es el mundo que les gustaría vivir, todas dirían que no». Tras estas palabras volvió a sonar la música, como en el inicio de la jornada reivindicativa.
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