El Balonmano Pozoblanco jugará mañana en horario inhabitual (12:30 horas) y en la Ciutat Esportiva Joan Gamper del FC Barcelona su partido de la séptima jornada de la División de Honor Plata. Su rival, el filial azulgrana, vuelve a ser el mejor equipo de la categoría, que lidera con cinco victorias y un empate. Por lo tanto, con una empresa de dificultad máxima, el reto de los vallesanos es mantener las buenas sensaciones del pasado encuentro contra el Torrelavega antes de una semana intensa con el enfrentamiento copero ante el Villa de Aranda y el trascendental partido ante el Chapela.

Y más aún porque vuelven los problemas de bajas en el equipo. Además de Antonio Carreño, baja desde el primer partido de la liga en Teucro, no podrán ser de la partida en Barcelona el extremo Nacho del Castillo, que se ha producido un esguince de grado dos en el tobillo, y Agustín Casado, que está concentrado con la selección española juvenil en Guadalajara. Como en el fútbol, la federación piensa para sus concentraciones en los equipos de Asobal y no en los categorías inferiores.

Pese a ello, el entrenador del equipo, Miguel Ángel Moriana, asegura que «el equipo se encuentra bien, contento porque hemos ganado dos partidos, y con ganas de intentar mantener la racha y la línea de victorias». Con todo, sabe de la dificultad de la empresa. «El Barcelona es un grandísimo equipo, como viene demostrando los años anteriores y también en éste».

Moriana recordó que el filial azulgrana «pierde muy pocos puntos a lo largo de la temporada», básicamente porque «tiene jugadores que perfectamente  podrían jugar en la Liga Asobal por la gran calidad que tienen».

El mister vallesano tiene clara la receta para poder dar un susto a los jóvenes talentos de uno de los mejores equipos del mundo. «Creo que todo va a pasar por seguir haciéndonos fuertes en defensa, tratando de cometer muy pocos errores, tanto en ataque como precisamente en defensa. Ellos juegan muy rápido y en cualquier fase de despiste te sacan una ventaja importante».