Apartando la Copa…o no del todo. Tras caer en la competición del K.O. el pasado miércoles ante el Villa de Aranda, que le ganó bien para dejarle en la cuneta, el Balonmano Pozoblanco cierra una exigente semana jugando precisamente ante el rival al que derrotó en la primera ronda de esta competición para poder jugar ante los arandinos, el Solla y Cía Chapela (Polideportivo Municipal Juan Sepúlveda, 18:00 horas). Un partido trascendente para los vallesanos, como lo serán todos en casa, y ante un rival directo.
Porque el cuadro pozoalbense, que presenta un balance de dos victorias y cinco derrotas hasta el momento, saldría de la zona de promoción de descenso en caso de triunfo, metiendo en el ajo a los gallegos. Por eso Miguel Ángel Moriana avisa de que «el equipo sabe a la perfección que mañana tenemos un partido importante y muy complicado».
Y es que el precedente de la Copa del Rey hace tener cautela, más que confianza, al entrenador pozoalbense. «En el partido que jugamos en Galicia, aunque fuimos ganando todo el rato, nos costó muchísimo el final del encuentro. Tenemos que estar los sesenta minutos muy concentrados si no queremos pasar apuros, porque es un rival que no se rinde».
Otro aspecto que deberá vigilar Moriana es el estado físico de los jugadores después del esfuerzo, baldío en cuanto al resultado, del miércoles. Según el técnico, además de la baja de larga duración de Antonio Carreño, «tenemos tocados a Nacho del Castillo, Adrián Santamaría y Ángel Povedano».
Acerca de las claves del duelo ante la escuadra gallega, que fuera de casa ha caído ante Bordils (27-26), Torrelavega (31-28) y FC Barcelona B (36-28), aunque viene de ganar al Servigroup Benidorm (26-23), el técnico apeló a «no despistarnos en ninguna fase del partido», así como «no cometer errores que podrían hacer que se nos complique mucho la victoria».
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