Un punto que puede saber a gloria o a poco. El Balonmano Pozoblanco acabó su partido con esa conclusión tras empatar a 22 ante el Solla y Cía Chapela que fue ganando por tres goles de ventaja en la primera parte pero al que también dominó en algunos tramos del partido, por eso a pudo sabe a poco. Sin embargo, en los cincuenta segundos finales, el cuadro gallego tuvo hasta tres balones para ponerse por delante y cerrar el partido llevándose los tres puntos y en las mismas ocasiones se encontró con un Federico Sincich que permitió a los suyos puntuar con paradas que resultaron decisivas. Y es que el cancerbero protagonizó una gran segunda parte que rubricó con un minuto para enmarcar.

El primer tramo de la primera parte estuvo marcado por una igualdad que se mantuvo hasta el ecuador de la misma coincidiendo con la primera ventaja de los visitantes, que estuvieron más acertados de cara a portería y también gozaron del acierto de su cancerbero para jugar mucho mejor con las rentas a favor. Hasta que llegó ese momento el Balonmano Pozoblanco fue el que mandó en el electrónico aprovechando los lanzamientos desde los siete metros y buenas circulaciones de balón frente a la defensa 6-0 planteada por el cuadro gallego.

Mientras, Miguel Ángel Moriana optó por una defensa abierta 3-2-1 con el francés Mathieu en la posición de avanzado. Conforme fueron pasando los minutos esa circulación de balón fue rebajando en efectividad y movilidad y el Balonmano Pozoblanco se empeñó en atacar por el centro y abusar de los lanzamientos exteriores anulando a los extremos, que cuando tuvieron ocasión también se chocaron con el muro en el que se convirtió Antonio Lafuente.

El acierto en portería permitió a los visitantes salir a la contra y hacer goles con facilidad con lo que en el minuto 13 se pusieron por primera parte por delante en el marcador (6-7). Poco después, Víctor González dejó su lugar a Federico Sincich que tampoco estuvo muy acertado en sus primeros minutos, aunque ganó seguridad conforme fueron pasando. Los locales gozaron de una doble superioridad en el minuto 17 que no supieron aprovechar lo que obligó a su técnico a solicitar un tiempo muerto en el que cambió la defensa a 6-0 y colocó a Paco Bustos como pivote en la faceta ofensiva.

Sincich se reivindica

No cambió en exceso la situación y tan solo cuando los vallesanos buscaron a los extremos hicieron algo más de daño aunque sus intentos por irse, al menos, con empate en el marcador al descanso se quedaron en el 11-13 definitivo. Sí varió la situación en el arranque del segundo acto con un parcial de 3-1 que permitió a los blanquillos empatar a 14 la contiendas. ¿Las razones? Una mejora en la defensa, acompañada del acierto de Federico Sincich y los goles que aportaron Nacho del Castillo, Adrián Santamaría y Agus Casado.

La vuelta a la igualada no gustó al técnico visitante, Fran Teixeira, que pidió un tiempo muerto para aleccionar a los suyos. No surtió mucho efecto porque el Balonmano Pozoblanco jugó si no sus mejores minutos si en los que tuvo un mayor acierto, coincidiendo además con los minutos más duros del partido tras la roja descalificante a Pablo Casal y una doble exclusión -Fernández Martínez y Ángel Povedano- con un amago de tangana incluido. Con todo, le costó a los de Moriana, una vez empatado el choque, tomar una renta que les permitiese jugar con más comodidad y eso que Sincich siguió reivindicándose consiguiendo hasta doce paradas con lanzamiento desde los siete metros incluido.

Igualdad y emoción 

Así las cosas, ambos conjuntos se citaron para resolver la contienda en los diez últimos minutos con igualadas continuas y ventajas que no sobrepasaron el gol arriba, gol abajo. A siete para el final, Moriana pidió otro tiempo muerto para preparar esos minutos que resultarían definitivos y en los que Paco Bustos volvió a jugar en ataque. Julián Portero tuvo en su mano el poner por delante a los suyos de nuevo pero erró desde los siete metros y los locales vieron como su rival se puso por delante a falta de cinco minutos para la conclusión. En esa recta final Antonio Lafuente, el portero del cuadro gallego, siguió demostrando que fue el mejor de los suyos parando tiros decisivos que impidieron al Balonmano Pozoblanco conseguir la igualada, pero una contra culminada por Ángel Povedano a falta de 52 segundos para el final volvió a dar vida a los locales.

Con ese tiempo por delante, el técnico visitante pidió un tiempo muerto para intentar jugársela a una carta que le salió mal gracias a una parada de Sincich pero cuyo rechace fue a parar a mano también de los gallegos que volvieron a lanzar y encontraron de nuevo el cuerpo del cancerbero que se convirtió en el máximo artífice del punto que consiguieron los suyos con otra parada, tres consecutivas para amarrar un importante punto para los intereses de los de Miguel Ángel Moriana.

FICHA TÉCNICA:

22.- CLUB BALONMANO POZOBLANCO: Víctor González, Adrián Santamaría (1), Alberto Requena (4, 2p), Nacho del Castillo (5), Mathieu, Julián Portero (3) y Paco Bustos -siete inicial-, Federico Sincich (p.s), Alonso (3), Agus Casado (4), Cristóbal y Ángel Povedano (2).

22.- SOLLA Y CÍA CHAPELA: Antonio Lafuente, Fernando Martínez (5), Fabián González (1), Ángel Martínez (3), Iago Cuadrado (4), Marcos Fernández (4), Pablo Casal -siete inicial-, Chema Cid (3p), Rubén Gómez, Adrián Blanco, Óscar Silva (1) y Enrique Fernández.

ÁRBITROS: Bautista Larinza y Ramón Saez, de Valencia. Excluyeron a los locales Agus Casado, Ángel Povedano; y a los visitantes Iago Cuadrado (3), Rubén Gómez, Ángel Martínez, Fernando Martínez y Adrián Blanco. Roja descalificante a Pablo Casal.

PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 2-2, 5-4, 6-7, 8-10, 9-12, 11-13 (descanso), 13-14, 14-14, 16-16, 18-17, 20-21 y 22-22.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la octava jornada de liga disputado en el municipal de Pozoblanco ante unos 150 espectadores. Se guardó un minuto de silencio antes del comienzo del partido por el fallecimiento de la abuela de uno de los jugadores del Balonmano Pozoblanco.