Por Servicio de Atención de la Ciudadanía (ASNC) 

Son muchos los productos milagro que se ofrecen, con la intención de captar el interés de una clientela  muy variada. Su difusión se hace a través de distintos medios. A los tradicionales, se han sumado las nuevas tecnologías (Internet por ejemplo) con una capacidad de penetración en un mercado a menudo demasiado cambiante, y quizás poco vigilado. Desde los productos que lo curan todo hasta los que ofrecen la eterna juventud, la gama es de lo más variada. Debe desconfiar siempre de cualquiera de ellos, pensando que, no solamente no tienen esos efectos milagrosos, sino que pueden tener consecuencias muy perjudiciales para la salud.

Al momento de tomar cualquier decisión de compra debe tener en cuenta:

  • Que el envase NO lleve en el ángulo superior derecho un número de seis cifras que corresponde al Código Nacional de Medicamentos.
  • Que en su publicidad NO aparezca las siglas C.P.S. (Control Previo Sanitario).

 

Debemos recordar siempre que, para cualquier medicamento, es imprescindible la acreditación ante la Administración que garantiza la corrección terapéutica.

Recordemos algunos de los productos que normalmente se ofrecen a través de cualquier canal de publicidad:

  • Productos magnéticos: No está demostrado científicamente los beneficios de estos productos industriales (pinzas antidolor, collares, pulseras, etc)
  • Agua imantada: No se puede imantar o magnetizar el agua.
  • Adelgazantes: Carecen de efecto; en tal caso pueden suponer el adelgazamiento de 3 o 4 kg pero sin el control médico imprescindible en estos procesos.
  • Cosméticos: Son productos que actúan en la superficie, en el mejor de los casos. Pero con ellos no desaparecen las arrugas, ni crean melanina ni detienen el envejecimiento de la piel. Tampoco sirven para eliminar grasas o facilitar la pérdida de peso.
  • Productos de uso oral: Estos productos solo pueden dispensarse a través de las farmacias o los centros sanitarios. Debe rechazar y denunciar los que se venden por catálogo o teléfono ya que no tienen las garantías sanitarias y pueden ser perjudiciales para la salud.

 

¿Qué debemos hacer ante la oferta de cualquiera de estos productos que prometen efectos milagrosos?

  • Si al final decide probarlos, debe pedir justificante de compra para poder hacer la oportuna denuncia si le causa efectos no deseados.
  • Si considera que la publicidad es engañosa, y aunque haya decidido no comprar ninguno de estos productos, está en su derecho para cursar una denuncia ante su asociación de consumidores. Esta denuncia puede hacer actuar los tribunales con poder para hacer modificar la publicidad o incluso eliminarla.

 

Debemos siempre recordar: NO EXISTEN PRODUCTOS MILAGRO. PARA NUESTRA SEGURIDAD, ES IMPRESCINDIBLE QUE CUALQUIERA DE LOS QUE COMPREMOS HAYA SIDO APROBRADO POR LA ADMINISTRACION.