Tras los incidentes del pasado sábado, el Casa Rural Abuela Teo ha visto como la sanción se queda en 30 euros por incidentes leves con el público, además del partido de sanción a Antonio Valero

El mundo del deporte no se reduce a la cancha y muchas veces hay que mirar a los despachos para saber por donde pasa el futuro más inmediato. En esas se encuentra el Pozoblanco Fútbol Sala, que tras los incidentes registrados en el partido que le enfrentó el pasado sábado al Villa del Río, esperaba la resolución del Comité que se reunió el jueves y que finalmente ha dejado la sanción en tan solo 30 euros por incidentes leves con el público. Además, el jugador Antonio Valero ha sido sancionado con un partido y 15 euros por invasión de la pista sin permiso arbitral «sin que pueda apreciarse otra conducta por no describir suficientemente la misma», según recoge la decisión del Comité.

Una decisión mucho menor de la que se esperaba según las palabras del entrenador del cuadro pozoalbense que destacó que «el acta es una cosa de circo». Para entender la situación hay que remontarse al pasado sábado en el momento en el que el Villa del Río decidió retirarse del campo tras la determinación tomada por su entrenador que alegó que «temía por la integridad de sus jugadores».

Aunque en el primer momento se habló del lanzamiento de una botella de agua entre el banquillo visitante y la afición local, lo cierto es que las imágenes del encuentro no reflejan ni constatan este hecho. «Es un jugador de ellos el que le da una patada a una botella que a su vez le da a un compañero, eso fue lo que pasó y después él increpó a la grada», explicó Calero que, aunque sancionado, solicitó permiso para bajar a la pista y subir a los vestuarios para hablar con el entrenador rival.

En esa conversación se alegó aquello de la «integridad física», un argumento que no convence al técnico pozoalbense que afirmó que «hay muchas maneras de parar un partido y creo que las cosas no se hacen así, no me lo esperaba y más al tratarse de un club de la provincia. En ningún momento ocurre nada y ellos mismos reconocen después del partido la verdad de lo que ocurrió». Ahora, el club está a la espera de esa posible sanción que, a buen seguro, recaerá sobre Antoñín y también podría dejar sin volver al banquillo al propio entrenador porque «en el acta recogieron que yo estaba dando instrucciones desde la grada, cuando eso es algo que puede hacer cualquiera».

Borrón y cuenta nueva

Con todo, en el seno del equipo se quiere dejar aparcado este capítulo para centrarse en lo estrictamente deportivo y revertir una situación que si bien «no es preocupante porque llevamos seis jornadas de liga», lo cierto es que las cuatro derrotas consecutivas empiezan a pesar. «Nuestro problema radica en el inicio de los partidos, ahí es donde perdemos nuestras opciones, pero estoy contento con el trabajo porque el equipo lo está dando todo, por eso digo que la situación no es preocupante», determinó el técnico.

Para cambiar esta dinámica los jugadores pozoalbenses tendrá una nueva oportunidad el sábado a partir de las 17:30 horas frente al Floyd Villalva Fútbol Sala, un equipo que se encuentra tres puntos por encima de los de Calero, que no podrá contar para la cita con Javi Cajas, lesionado, y José y Rafa por motivos laborales. Además, José María Moyano tampoco será de la partida ya que ha decidido abandonar la disciplina del club por una «incompatibilidad con el tema de estudios».