Se están acostumbrando los altos cargos de nuestro gobierno a realizar amenazas, a coartar o, a veces, directamente a chantajear a grupos de la oposición y a sectores concretos de la sociedad como única respuesta válida a sus quejas cuando alzan la voz en contra de las políticas de recorte y ajuste presupuestario, aprovechándose, o de información privilegiada o, directamente, de los puestos de poder que ocupan.

Benito, conocido por capacidad de mezclar lo personal con lo político (llegando a extremos que se podrían calificar de venganza personal con Pepa) también se ha montado al carro de esta moda.

No es la primera vez que saca a relucir la famosa frase de vamos a consultar a nuestros asesores jurídicos porque…”, pero últimamente, parece que no conoce otra respuesta cuando se critica su gestión al frente de Urbanismo desde un punto de vista meramente político. Esas amenazas son propias de un sistema dictatorial o caciquil, ¡vivimos en democracia!

Benito, no solo le debería dar vergüenza soltar semejantes barbaridades en el pleno, sino que debería haber sido amonestado inmediatamente por el regidor del mismo, nuestro alcalde Pablo Carrillo. En democracia, no se amenaza, no se insulta, no se coartan las libertades del resto de personas, lo que debería hacer usted, si puede, es sacar a relucir los contratos y demostrarnos a todo el pueblo que las palabras de Emiliano son erróneas, para luego, si su ofensa fuera tan grave, llevarlo delante de los tribunales. Este tema se le ha insinuado en varias ocasiones a lo largo de su carrera política, ya es hora de que responda.

Su actitud es indigna, propia de tiempos pasados y, desde luego, inaceptable en política. Dé gracias a Dios por que no haya tenido usted demandas por su lamentable gestión al frente de la concejalía de urbanismo y asuma las responsabilidades que su cargo le exige, en vez de amenazar a los concejales y ciudadanos de Pozoblanco cada vez que le preguntan o critican su actuación política.