Se puede decir mucho de la jornada de ayer (manipulación, infiltrados, el baile de cifras: de 36.000 a 2 millones, cargas ilegales) lo de siempre tras una manifestación. Solo voy a hablaros de la columna Andalucía y de mis experiencias, en un día que calificaría de histórico.

Llegamos a Getafe a las 8:30 de la mañana, cuando nos dirigíamos al pabellón donde se alojaban los verdaderos protagonistas de la columna sur, nos informan de que la organización está colapsada, no se puede desayunar allí. Primera buena noticia de la jornada.

La segunda fue ver salir con orgullo a toda esa gente desfilando entre un mar de aplausos mientras cantaban el Himno de Andalucía, cansados tras la marcha pero con un gesto en la cara que delataba que el auténtico objetivo de aquel día estaba aún a 15 km.

La marcha transcurrió sin más sobresaltos que ver al parque de bomberos de Villaverde o una comitiva del hospital 12 de Octubre salir a apoyarnos para recordarnos que las luchas sostenidas y organizadas se ganan y que el pueblo y los funcionarios no son enemigos.

Pero el gran momento llegó, cuando tras pasar Legazpi y Carlos III subimos directamente para Atocha por Delicias. En ese trayecto, hubo momentos en los que se le encogía a uno el corazón viendo como los inmigrantes de una tierra saqueada durante décadas sacaban sus banderas a las ventanas y balcones, como la gente de Madrid aplaudía a nuestro paso, o como un matrimonio de avanzada edad, se asomaba al balcón y con el puño en alto nos saludaban mientras se les escurría alguna lágrima.

No fue hasta que llegamos a Atocha y pude contemplar toda la calle Delicias que pude darme cuenta de la magnitud de lo que estaba pasando, no eran 10.000 o 15.000 como se esperaba, eran más de 50.000 los que inundaban Madrid, los que impedían ver el final de la manifestación, los que tiñeron de blanco y verde la capital de España, los que con diferentes banderas y símbolos llenaron Atocha para volver a cantar con dignidad y orgullo el Himno de Andalucía todas y todos juntos, para demostrar, que pese a las mentiras y la manipulación, los andaluces solo pedimos trabajo para ganarnos la vida con el sudor de nuestra frente, no subsidios ni limosnas, trabajo y dignidad.

Un día histórico para el pueblo andaluz y para las reivindicaciones que históricamente ha tenido, desde el Estatuto de Autonomía, no se mostraba una acción conjunta tan importante. Como se vio ayer, si Mariano no representa a los españoles, Susana y Valderas tampoco lo hacen a los andaluces.

P.D. Para los que os interese y no estuvierais allí, la primera carga se produjo a las 20:30, cuando quedaba una hora para el final de la convocatoria y la plaza de Colón estaba abarrotada de gente, cuando un grupo de varios miles de personas estaba intentando aún acceder a los aledaños, acompañados por una batucada que amenizaba la marcha. Apenas 5 minutos antes, “radicales reconocidos públicamente” como eran todos los desplazados a Madrid desde Pozoblanco estaban en primera fila, delante del escenario.

Luego, los voceros de siempre, que no solo no van sino que, encima, vierten pestes sobre los que pacíficamente salimos a defender nuestros derechos, dirán que fueron radicales de izquierda, cuando la verdad, la conocemos todos, cuando no son infiltrados cargan ilegalmente contra una convocatoria legal para empañar el transcurrir pacífico de la marcha y desvirtuar una protesta, que no solo es legítima, sino que defiende los ideales esenciales de una democracia.