Partido de infarto el que protagonizó el Club Deportivo Pozoblanco ante el Cabecense y que finalizó con un empate a 2 que no le vale del todo a un equipo que necesita contar sus partidos por victorias para no desplomarse y distanciarse de sus rivales en la lucha por eludir el descenso. A pesar de comenzar ganando, los de Mario Rojas vieron como el cuadro sevillano dio la vuelta al electrónico. Con todo, se consiguió un meritorio empate tras estar jugando prácticamente la totalidad de la segunda parte con un hombre menos tras la expulsión de Pedro Jesús Arévalo. Toca seguir sufriendo.
El primer cuarto de hora fue algo tedioso sin excesivo juego sobre el césped con ambos equipos abusando del juego aéreo y directo y sin ser capaces de echar el balón al suelo para jugarlo y crear acciones de peligro. Excepto un saque de esquina, el Pozoblanco no había llegado al área contraria en estos minutos hasta que un pase en profundidad dejó a Juanjo muy bien situado tras ganarle la espalda a la defensa del Cabecense sacando una falta al borde del área muy peligrosa. Alberto Fernández fue el encargado de botar la falta de manera impecable para poner el esférico lejos del alcance del meta Revuelta y colocar el 1-0 en el marcador.
Gol psicológico
A renglón seguido, un mal despeje de Pedro Jesús Arévalo inquietó al conjunto blanquillo que contó en su cancerbero con el mejor aliado para abortar la ocasión del cuadro sevillano. A pesar de esta rápida contestación al primer gol de la tarde, fue el Pozoblanco el que buscó otro tanto y Valentín lo intentó con un disparo con mucha intención que perdió su sentido cuando golpeó en Charaf, marchándose fuera. Como avisó en la previa, los primeros cambios los introdujo Mario Rojas muy pronto variando la referencia en ataque de los suyos y dándole esos galones al capitán de los blanquillos, mientras que Juanjo, que había empezado en esa posición, se fue hasta la banda.
Antes de llegar al descanso, y sin mucho que resaltar desde el tanto hasta entonces, el Cabecense lo intentó con un centro de Álvaro que casi se convirtió en un disparo que tuvo que sacar de puños Calonge. Después, el Pozoblanco dispuso de una jugada dentro del área con varias opciones y sin que ningún jugador acertara a disparar con contundencia. Álvaro lo volvió a intentar con un lanzamiento desde la frontal del área que se marcho por encima de la meta del cuadro blanquillo y cuando parecía que las cosas se iban a acabar así, una excesiva prolongación del colegiado y un regalo del Pozoblanco permitió el empate del Cabecense. Los sevillanos sacaron una falta y la defensa blanquilla no fue lo suficientemente contundente para despejar lo que Cachana aprovechó para superar a Calonge y empatar el partido. Después del tanto, el colegiado dio por finalizada una primera parte que acabó con un amago de tangana en la bocana de vestuarios y con el técnico de los vallesanos reclamando al árbitro los cuatro minutos de prolongación otorgados en estos primeros cuarenta y cinco minutos, lo que le valió una nueva expulsión.
El Pozoblanco con diez
No fue la única expulsión, algo que se veía venir desde los últimos compases de la primera parte. En el minuto 54, Pedro Jesús Arévalo vio la roja directa tras un altercado, mientras se colocaba la barrera, con un jugador del Cabecense. El jugador pozoalbense se resistió a marcharse del terreno de juego pero no le quedó otra tras la decisión del árbitro de la contienda. Conociendo la victoria de La Palma desde el inicio del choque, el Pozoblanco acusó en momentos la presión ante un empate que no le valía del todo para seguir en su sempiterna lucha. Lo intentaron los de Rojas con un centro de Sancho al que no llegó Charaf e intentando dar aire al equipo con los cambios introducidos, Sergio por Juanjo y Álex Gil por Ángel, lo que volvió a llevar a Charaf al lateral.
Le costó muchísimo al Pozoblanco volver a centrarse en el partido, encontrar sus opciones y tuvieron minutos de auténtico desconcierto. Sin embargo, la entrega de los blanquillos es incuestionable y Charaf lo intentó en una excelente jugada personal que acabó con un centro que mandó fuera por muy poco Sancho en una clara acción para conseguir el tan deseado 2-1. De nuevo Sancho fue protagonista a diez para el final con una acción personal en la que se sacó un disparo que se marcho a la izquierda de la portería de Revuelta. Y cuando parecía que el Pozoblanco podía marcar, Reguera sorprendió con un misil que batió a Calonge.
Sin apenas recuperarse del varapalo, el Pozoblanco se colocó en el área del cuadro sevillano para agotar sus ocasiones y obtuvo rédito de su insistencia cuando un defensa derribó, supuestamente, a Valentín y el colegiado no dudó en señalar la pena máxima. El penalti fue lanzado por Fran, que no dudó para marcar y devolver las tablas al electrónico. Algo más dubitativo estuvo el jugador vallesano cuando Charaf le dejó el esférico para que rematara pero estuvo lento y no llevó el peligro que entrañaba la acción. A uno para el final, Sergio la tuvo en sus botas pero no pudo en el uno contra uno con el portero del Cabecense en una acción que puso el colofón a la contienda.
FICHA TÉCNICA:
2.- CLUB DEPORTIVO POZOBLANCO: Calonge, Ángel (Álex Gil, m. 63), Fran, Curro, Vega, Alberto Fernández, Sancho, Pedro Jesús, Valentín, Charaf y Juanjo (Sergio, m. 57).
2.- C.D. CABECENSE: Revuelta, Humberto, Borja, Cachana, Titi, Kevin (Terri, m. 75), Guti, Jesús Mari (Noe, m. 86), Álvaro (Mariano, m. 55), Reguera y Gabriel.
ÁRBITRO: Ruiz Aguilera, de Granada. Amarilla a los locales Alberto Fernández, Charaf y Valentín; y a los visitantes Cachana, Mariano y Borja. Expulsó al técnico local, Mario Rojas (m. 45) y Pedro Jesús Arévalo (m. 54); y al visitante Humberto por doble amarilla.
GOLES: 1-0, m. 18: Alberto Fernández. 1-1, m. 45: Cachana. 1-2, m. 82: Reguera. 2-2, m. 86: Fran (d.p).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 31ª jornada de liga del grupo X de Tercera División disputado en el Municipal de Pozoblanco ante unos 300 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del que fuera presidente del Gobierno, Adolfo Suárez.
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