Las protestas de la Policía Municipal en la inauguración de la Feria Agroganadera parecen haber marcado un antes y un después en la tensa relación que este colectivo mantiene con el equipo de gobierno. Hasta el momento, ni el alcalde, Pablo Carrillo, ni el delegado de personal, César Bravo, se habían pronunciado de una manera tan tajante ante las actuaciones de reivindicación que lleva realizando desde hace tiempo la Policía y que han venido a enturbiar los últimos actos importantes del primer edil, la visita de José Luis Rodríguez Zapatero, la de Miguel Arias Cañete y el pasado jueves la inauguración de la Feria Agroganadera.

Una situación que no es nueva en la actualidad pozoalbense pero que ayer vivió un nuevo capítulo cuando tanto Carrillo como Bravo certificaron que han consultado a los servicios jurídicos para ver las «acciones que se pueden llevar a cabo». Y es que los dos concejales socialistas entienden que se traspasó una «línea» atacando a nivel personal y que «se está realizando un grave daño a Pozoblanco». El primer edil pozoalbense criticó la actuación en la muestra agroganadera porque «se corría peligro con las sirenas y la parafernalia que montan debido a la alarma que crearon entre los animales, es más, durante el concurso de caprino hubo quejas de algunos ganaderos asegurando que se iban a plantear venir a Pozoblanco si la cosa seguía así», apuntó Carrillo.

«El equipo de gobierno nunca se ha negado a negociar y los que no se presentaron en la última negociación fueron sus abogados», expuso el alcalde para seguir explicando que «se les propuso que figurase en sus nóminas un importe simbólico de turnicidad, festividad y nocturnidad porque no podemos subirlo por ley«. Además, el regidor comentó que «ya se le subió el complemento específico en su día si que apareciera en nómina en otra legislatura y al muy poco tiempo volvieron a reivindicarse». Una subida que se habría llevado a cabo de la mano de Benito García que dijo «no poder ilustrar sobre el tema porque la negociación fue en 2004″.

En la misma línea que su compañero de filas se mostró César Bravo, que fue un paso más allá al indicar que «si teníamos algunas ganas de dialogar la verdad es que pocas nos quedan de sentarnos con ellos. Por el camino que van se están ganando que el equipo de gobierno ni siquiera se llegue a plantear otro tipo de soluciones que se estaban planteando». Además, corroboró que «vamos a poner el tema en manos de nuestros servicios jurídicos para ver la legalidad de los actos que se llevaron a cabo». Bravo catalogó el problema como de «únicamente salarial» e indicó que «no es el momento, ni por la situación que se vive en la calle ni por las restricciones que tenemos por ley».

Los dos concejales socialistas recibieron el claro apoyo del portavoz popular, Baldomero Carrillo, que también se quejó de las formas de las protestas.