• Media hora antes, comenzará el Arcos-La Palma, un partido vital también para los intereses del cuadro blanquillo

Se acabaron las medias tintas y la posibilidad de errar. Con seis puntos en juego y dos de diferencia con La Palma y tres con el Arcos, el Club Deportivo Pozoblanco afronta un partido decisivo ante el San Roque (domingo, 12:00 horas). El equipo dirigido por Mario Rojas vivirá dos jornadas de infarto en un final de liga en el que intentará evitar el descenso de categoría. Las matemáticas aparecen y los vallesanos dependen en todo momento de sí mismos siempre y cuando sumen sus partidos por victorias, ante la casuística de que sus rivales por descender se enfrentan entre sí y el Arcos será el último equipo que visite el Municipal en esta temporada. Un empate del Pozoblanco permitiría a los de Rojas seguir con vida siempre y cuando el Arcos cayera ante La Palma.

La calculadora no haría falta mientras el equipo pozoalbense consiga sumar su segunda victoria como visitante en un partido donde se mirará lo que ocurra en el Arcos-La Palma, que dará comienzo media hora antes. El Pozoblanco llega a este partido tocado anímicamente tras la derrota en los últimos minutos ante la Lebrijana, más sabiendo que haber mantenido el empate les hubiera abierto otras posibilidades. Con todo, le toca a los jugadores olvidarse del traspié sufrido ante el equipo sevillano y darlo todo en otro choque a vida o muerte que se jugará con el hándicap de ser el tercero en apenas una semana, algo que pesa ya en la plantilla.

Ese, probablemente, será el principal problema para un Mario Rojas que ha intentado recuperar a sus jugadores de cara al compromiso liguero de mañana y que ha intentado ver «qué jugadores están en mejores condiciones» para «sacar el mejor equipo posible para sacar los tres puntos». Y es que ese es el único objetivo del técnico pozoalbense que quiere dejar atrás la cantinela que acompaña a los suyos durante toda la temporada en los partidos como visitantes. «Ya no nos vale eso de que no hemos ganado nunca fuera porque ya lo hemos hecho y también empatado, así que lo importante es que los jugadores se descarguen y recuperarlos del agotamiento que tienen».

El técnico podrá volver a contar con Álex Gil que no fue de la partida ante la Lebrijana por acumulación de tarjetas y, tal como ocurriera ante el cuadro sevillano, a buen seguro rotará con los hombres de arriba para intentar buscar la frescura que el equipo necesita. De momento y para recuperar sensaciones, el Pozoblanco puede arroparse en el 2-0 conseguido en el partido de la primera vuelta ante el equipo gaditano. Será vital para los de Rojas mantener los nervios a raya y que la presión no influya en un equipo tan joven que espera llegar a la última jornada de liga dependiendo de sí mismo y con sus opciones de permanencia intactas.