No queda ya mucho para que el Club Deportivo Pozoblanco se lo juegue todo a una carta ante el Arcos. La permanencia pasa por ganar al conjunto gaditano y poder, así, dejar atrás una temporada que ha sido tan dura como intensa. El ambiente que se respira en el equipo es el de optimismo, los jugadores confían en sus posibilidades y el técnico Mario Rojas quiere alejar cualquier contratiempo extradeportivo de los suyos, por eso en el primer entrenamiento de la jornada les pidió que se centrasen en lo importante, en el partido.

Y parece que sus pupilos han seguido al pie de la letra estas indicaciones, también el capitán del conjunto blanquillo, Charaf, que a dos días del partido que marcará el devenir de la temporada valoró el estado del equipo. «Estamos muy motivados, es un partido muy importante, probablemente el más importante que vamos a jugar muchos jugadores porque significa dejar al Pozoblanco en Tercera División y el destino ha querido que nos la juguemos contra un equipo con el que estamos empatado a puntos».

La motivación es doble si se echa la vista atrás y «vemos que nadie daba un duro por este equipo y que en las primeras diez jornadas nos daban ya como equipo de Andaluza». Un triunfo haría olvidar, o al menos dejar atrás, los duros momentos vividos porque como reconoce el capitán «al principio fue todo muy difícil porque fuera de casa casi siempre salíamos goleados, aunque aquí perdimos de manera injusta varios partidos. La llegada de Alberto Fernández, Curro y Vega nos dio solidez en el centro del campo y en la defensa y fueron muy importantes, al igual que la de Pedro Jesús Arévalo que ha aportado mucho al equipo».

Esos nombres, junto con otros muchos, tendrán que hacer todo lo posible para ganar un partido a vida o muerte en el que Charaf considera que los suyos tienen muchas opciones. «Creo que si salimos al cien por cien tenemos un 70-80 por ciento de posibilidades de ganar», apuntó a la vez que dejó atrás el 3-0 del partido de la primera vuelta porque «fue un resultado que llegó en la segunda parte, tras el golpe psicológico de la lesión de Silva y con dos goles por errores nuestros que propiciaron dos contras».

La clave estará en saber manejar una presión que «nos pasó factura ante la Lebrijana» donde «tuvimos mucha presión por marcar cuando nos merecíamos el empate, pero bueno el fútbol a veces no es justo. Si el domingo ellos tiran trescientas veces y no marcan y nosotros solo una y marcamos pues bienvenido sea porque no importará el partido, sino que somos equipo de Tercera». Para ello, el capitán volvió a pedir el apoyo de una afición que «estoy seguro que llenará el campo. Llevo aquí desde juveniles y creo que es el año que más gente ha venido, eso quiere decir que si hubiéramos contado antes con la gente del pueblo el campo no hubiera estado tan vacío otros años». La cita, el domingo a las 12:30 horas, un partido no apto para cardiacos.