Igual que el ARS Palma del Río y el Chapela, el Balonmano Pozoblanco tiene la ilusión de solventar, aunque sea al final, su permanencia en la categoría. En su caso tendrá la ventaja de jugar en casa para ayudarle a ser el primer clasificado de una promoción de descenso que puede decirse que ha merecido jugar menos que sus rivales, aunque de poco sirve ya eso en estos momentos.

Un hombre que se ha tomado llegar a esta fase de descenso como si de una contrarreloj individual ciclista ha sido Agustín Casado, que en principio quiere llegar a jugar con su equipo en este momento decisivo. «He estado muy jodido por no poder ayudar al equipo en momentos muy difíciles, pero quiero dejar una puerta abierta de cara a poder hacerlo en algún momento de la fase. Mi recuperación está en un estado muy avanzado y espero poder aportar algo ya sea dentro o fuera del campo», confirmó a Cordobadeporte.

Casado detalló «por suerte la lesión ha sido menos de lo grave que podría y por eso estamos muy contentos». Aunque la rodilla siempre es una zona «complicada», asegura que «estamos más o menos casi recuperado y espero volver pronto a las pistas».

Su presencia en la cancha será a buen seguro un motivo de alegría para sus compañeros, muy concentrados en no fallar en el momento decisivo. «El vestuario siempre ha estado unido y con muy buen rollo entre todos, pero es obvio que en estos momentos estamos más juntos que nunca». Y es que nada puede fallar en un fin de semana clave. «Serán partidos a cara o cruz que se decidirán por pequeños detalles o faltas de concentración en momentos importantes. No obstante, pienso que el equipo está preparado para vivir este tipo de momentos en un partido y siendo optimista podemos sacar buenos resultados si estamos a tope los 60 minutos de partido».

Rivales peligrosos

En torno a los rivales, expuso que «tanto ARS como Chapela son equipos que luchan y corren muchísimo durante todo el partido y tienen gente que tiran del carro en los momentos decisivos, con lo cual hay que hacer partidos muy completos para optar a la permanencia».

Un punto a favor es jugar al abrigo del propio público y en su pabellón. «Está claro. Es muy importante jugar en casa y contar con todo el apoyo posible de la gente que asista al Sepúlveda, puesto que nos estamos jugando algo tan importante como es una permanencia. Esperemos y deseamos que haya un ambientazo y todos disfrutemos de una bonita fase».

Con todo, y pensando en lo peor, siempre podría quedar la esperanza de una repesca posterior, algo de lo que ya ha salido beneficiado el club otras veces. «Creo que nos equivocaríamos sí pensáramos en eso. En lo único que tenemos que pensar ahora mismo es en el partido del viernes, que suficientemente importante es como para pensar en otras cosas. Pase lo que pase ya habrá tiempo de pensar en qué se hace, aunque ahora mismo nosotros sólo pensamos en sacar estos dos partidos como sea».