El conflicto que se ha mantenido abierto durante todo el verano por el horario de cierre de las terrazas en Pozoblanco entra ahora en otra fase con la comunicación de todas las multas a los establecimientos infractores. El pasado lunes en el pleno del Ayuntamiento el concejal socialista César Bravo informó que «se estudiarán todos los casos» y ese estudio se hará «uno a uno», añadiendo que «hay establecimientos que siempre se han mostrado colaboradores y otros que no han seguido esa línea». Es decir, que el Ayuntamiento estudiará y decidirá sobre el sobreseimiento o no de los expedientes que ahora mismo se encuentra abiertos y que afectan a varios negocios de la hostelería de la localidad.

La cuestión no es baladí ya que, según las cifras aportadas por algunos de los empresarios afectados a este periódico, habría sobre la mesa unas cuarenta multas llegándose a dar el caso de que un solo negocio atesora quince sanciones en su contra. Esta situación ha provocado que algunos hosteleros muestren su preocupación ante un hecho que consideran «injusto» y que les provocaría un problema económico considerable.

El malestar entre el sector se incrementa porque los hosteleros consideran que han sido el foco y han pagado el conflicto que mantienen la Policía Local y el alcalde Pablo Carrillo. Un argumento que justifican indicando que «llevamos veranos funcionando de la misma manera y en años de trabajo he recibido una o dos sanciones, este verano las multas se han elevado hasta las ochos», indica uno de los empresarios afectados.

Ahora será el Ayuntamiento el que decida el proceso a seguir con todas estas sanciones y tenga que tomar una decisión tras las alegaciones que presenten los diferentes implicados una vez se les ha comunicado los expedientes abiertos.