Lo dijo hasta el entrenador del Ayamonte a su paso por la rueda de prensa, el fútbol había sido injusto. Si esa fue la lectura del técnico rival, ni que decir tiene que la de su homólogo en el banquillo del Pozoblanco, José Ángel Garrido, fue por los mismos derroteros. Lo tenía claro y lo explicó afirmando que “ha sido un partido para acabar en la primera mitad 6-0 sin ningún problema y acaban ellos metiéndonos un gol en su única llegada a puerta”.

La derrota sufrida por el Pozoblanco son de esas de las que duelen y es que la superioridad del conjunto blanquillo en la primera parte fue más que manifiesta, aunque la falta de gol fue igualmente destacable. Respecto al segundo acto, Garrido reconoció que “si es cierto que la intensidad ha sido nula, no hemos sido capaces de asimilar el golpe. Pero es que no hemos tenido un partido con tantas ocasiones en lo que va de liga, hemos intentado levantarnos a nivel psicológico pero no ha podido ser”.

El técnico de los pozoalbenses no quiso eludir responsabilidades y detalló que “me tengo que preguntar los motivos de tener tantas ocasiones y no conseguir ningún gol. Tenemos que ver si es por todo lo que llevamos detrás, por la falta de experiencia de algunos jugadores, tengo que analizarlo”. Y prosiguió espetando que “no son justificaciones, pero es que es muy difícil. En la segunda parte hemos bajado pero también es muy complicado, tenemos muchos condicionantes, las lesiones, el tema económico, no poder entrenar juntos, es que todas las semanas le estamos dando ventaja a nuestro rival”. Con todo, Garrido lo tiene claro, “no me voy a justificar, me hago responsable”.

El preparador se mostró tajante al describir lo que está ocurriendo semana tras semana. “Es todas las semanas lo mismo, es un castigo diario”, afirmó. No obstante, Garrido es consciente de que restan “cinco finales” y “vamos a levantarnos, no sé ya cuántas veces nos hemos levantado este año. Vamos a ver a qué jugadores podemos recuperar y vamos a intentar sacar las cinco finales que nos quedan”. Y finalizó con un pesar “este año los desánimos siempre vuelven para el mismo barrio”.