Alcaracejos vive estos días con intensidad el final de una Navidad para sus habitantes especial. Toca, como cada cuatro años, convertir la Plaza de Los Pedroches, hacer un viaje en el tiempo y conseguir trasladar hasta allí Belén para hacerlo también con los espectadores que volverán a disfrutar con la representación teatral de «Los coloquios de la infancia de Jesús». Una representación coral en la que se implican unos 130 vecinos de la localidad  que dan vida a todos los pasajes de los primeros días de la vida de Jesús y que finaliza con la adoración de los Reyes Magos. La representación comenzó el pasado sábado y hoy lunes se vivirá la última.

Será, por tanto, la última oportunidad para quienes ocupar una de las setecientas plazas -por representación- que se han dispuesto en la Plaza de Los Pedroches, convertida en Belén y que vuelve a buscar su hueco entre las tradiciones de Los Pedroches y que es posible gracias a la colaboración altruista de los vecinos que se suman a una obra cuyo texto está escrito en panocho marciano, un dialecto que dominaba su autor, el clérigo Gaspar Fernández, pero que se ha adaptado a la forma de hablar y los usos lingüísticos de la comarca.

Durante la representación teatral, la música y la danza van cobrando protagonismo en los doce coloquios que se representan y consiguen crear un ambiente único que se ve reforzado con el decorado, la iluminación, el vestuario y todos los detalles que se vienen cuidando con esmero desde hace meses para que Alcaracejos se convierta en aquel Belén donde se mira cada año por estas fechas y que para la localidad se convierte en centro cada cuatro.