Por Jorge López 

 

Se le indigestaron los polvorones al Inpecuarias Pozoblanco. Los tarugos cayeron con estrépito (68-71) en la vuelta a la competición después del parón navideño y se complican las opciones de poder optar a las cuatro primeras posiciones de la tabla, lugares que darían derecho a tener «factor cancha» en los cruces de playoff. Más aún al perder ante uno de los rivales directos por dichos puestos, el CB Puente Genil, conjunto que se presentó con jugador-entrenador y con 9 efectivos a la cacha pozoalbense.

Pero no por ello llegaron de víctimas los visitantes. Sabiendo jugar un baloncesto alegre, de transiciones rápidas y buscando en todo momento la torre del equipo, la principal amenaza que disponen junto al director y base del equipo. Todo eso unido a la mayor pájara vista en un equipo tarugo desdibujado, sin alma, frío y con ideas vagas, hizo posible que el partido quedase a los ojos de todos los que presenciaban el encuentro, finiquitado y visto para sentencia en la primera parte (17-39).

La segunda parte fue la contraposición de la primera. Alguien pensó que se habían cambiado las equipaciones {…}. Los hombres de Chorro comenzaron a jugar a lo que en verdad saben, baloncesto, defendiendo de forma muy agresiva y saliendo en transiciones muy ordenadas. Los ataques no duraban más de 12 segundos pero no por ello dejaban de ser ordenados y efectivos. Eso sumado al gran acierto del «interino» Emilio García y a los puntos en la zona de Jorge López, los pozoalbense lograron lo más difícil e inimaginable, disputar el partido a falta de 10 minutos (50-54).

En el último acto los golpes eran devueltos por cada uno y las diferencias rondaban los 5 puntos. Los locales empezaron a notar el esfuerzo del tercer cuarto y las ideas volvieron a oscurecerse. Los pontaneses se sujetaron al gran acierto desde el perímetro y llegaron a los últimos 15 segundos con 3 puntos de ventaja y dos tiros libres a favor. La victoria estaba asegurada. Pero en un partido loco no podía faltar la emoción hasta el último segundo. El fallo de los dos tiros libres propició la salida en tromba del Inpecuarias Pozoblanco, que a falta de 1 segundo tuvo un triple a su disposición para empatar pero la bola no quiso entrar (68-71).

Esta derrota no es una buena noticia y menos cuando se avecina el viaje a la cancha del líder, el Claritas Iulia Espejo, invicto en la competición.