Cita importante la que tiene mañana el Club Deportivo Pozoblanco con su historia y es que el equipo blanquillo podría volver a ser de Tercera División. No depende de sí mismo el cuadro dirigido por Mario Rojas pero una victoria ante el Lora y la derrota del Utrera ante el Ciudad Jardín podría poner un broche de oro a un año complicado para la entidad y para una plantilla que se ha reivindicado con el paso de los meses y que ha cumplido llegando al último partido de liga con opciones de ascenso.

Un recorrido que conoce a la perfección el técnico del Pozoblanco que ante su último partido no ha dudado en indicar que «cuando empezamos esta aventura todo era muy difícil después del palo de bajar y aunque nunca desde el club me han exigido nada tenía claro que el objetivo era ascender para tener siempre a la gente viva». «Llegamos a la última jornada no dependiendo de nosotros, pero sí con bastantes opciones y esto está bien, tenemos plena confianza en que pueda ocurrir lo que tiene que suceder para ascender», alegó.

Eso sí, Rojas tiene claro que espera que los suyos sean capaz de abstraerse a la posible llegada de resultados y hagan su partido y se olviden del resto y espera que «eso no nos influya durante el partido». Para ello, el técnico explicó que «lo más importante es que salgamos mentalizados para intentar ganar el partido, creo que en líneas generales hemos jugado muy bien en casa y tenemos que fijarnos en nosotros y e ir a ganar desde el inicio».

Rojas no podrá contar con Pedro Jesús Arévalo y tampoco con el cancerbero Pedro, además Alberto Fernández y Charaf arrastran molestias. Una situación que puede variar los esquemas del equipo e igual «arriesguemos más con mediapuntas y nos metamos más arriba. Vamos a ver qué es lo que pasa». Todo ello ante un equipo, el Lora, «completo, bien definido en todas sus líneas que intentará ayudar, además, al Utrera».

Con todo, al Pozoblanco nadie le podrá quitar que vuelve a tener una cita con la historia y por ello pide una vez más el apoyo de una afición que espera poder resarcirse del descenso de la temporada pasada.