El gobierno de Pozoblanco se decidirá en un pacto y nada se escucha de dejar gobernar a la lista más votada. Pozoblanco en Positivo tiene la llave de un gobierno que debería buscar normalizar las actuaciones y trabajar desde la tranquilidad de una mayoría. Los tres agentes implicados en los pactos tienen ante sí la posibilidad de dar carpetazo a la inestabilidad y a las formas vergonzosas que han vestido la política de la localidad en los últimos cuatro años. Este medio ha preguntado a los ciudadanos sobre su visión acerca de los posibles acuerdos. Se ha sondeado a los lectores sobre qué matrimonio político es el más interesante para el futuro del municipio. En medio, estarán los intereses de cada agrupación y, sobre todo, las posibilidades que a cada uno en el futuro pueda ofrecer el acuerdo.
Es seguro que Pozoblanco en Positivo no va a vender barato el cuchillo con el que se reparte el pastel de la localidad. Sería de necios pensar que “los positivos” van a dar duros por pesetas y sería de estúpidos regalar la Alcaldía a alguien sin que, al menos, acepte el programa electoral y se arrodille ante las reglas del juego que estos marquen. No sería inteligente y tampoco digno. Pozoblanco en Positivo tiene la sartén por el mango y toda exigencia de PSOE y PP a esta agrupación puede acabar en fracaso para los dos grandes.
La Asamblea de Pozoblanco en Positivo es una amalgama ideológica complicada de descifrar. El poder de decisión está en este órgano en el cada persona tiene un voto y voz para verter opinión. Pero como en todo grupo emergen líderes, algunos se ven desde la calle y otros sólo quedan en el interior. Hay quien apuesta porque esos líderes tienen una marcada ideología de izquierdas y que eso está limando las posibilidades de un pacto con los populares.
El 53 por ciento de los lectores de este periódico “apuestan por el cambio”, que diría Santiago Cabello, candidato popular. La encuesta revela que la mayor parte de la población está a favor de un pacto entre PP y Pozoblanco en Positivo. El pacto significaría desalojar al PSOE del gobierno y castigar a uno de los principales actores del circo en los cuatro años pasados. Aunque un pacto entre estas fuerzas podría cerrar muchas puertas, ya que la Junta de Andalucía y Diputación de Córdoba estarán gobernadas por el PSOE y el juego sucio con las inversiones en Pozoblanco sería constante.
Un 42 por ciento de los encuestados aseguran que la mejor opción es un pacto entre PSOE y Pozoblanco en Positivo. Podría ser el acuerdo más cercano y que de cara al futuro sería el más adecuado, ya que se evitaría el juego sucio desde Diputación y Junta. El PSOE pone como peaje ante cualquier grupo que Auxiliadora Pozuelo esté en la Alcaldía y esto sería un peligro en estas condiciones para la agrupación de electores. La asamblea debería valorar que un alcalde del PSOE, al que las instituciones superiores del PSOE inyectan dinero, podría ser una debacle para ellos en las próximas elecciones, ya que toda la inversión tendría el sello socialista y la agrupación estaría en un segundo plano constante. Este pacto podría ser la lanzadera socialista hacia una mayoría absoluta.
Sólo un cinco por ciento de los lectores apuestan por un pacto PP-PSOE. Esta opción es la más complicada, ya que no sólo es contra natura, sino que las dos fuerzas no van a querer ceder la Alcaldía y las Ejecutivas Provinciales no van a permitir un gobierno del otro. Un pacto de dos años y dos años podría ser posible si se dejan fueran los egos de partido.
La unión de las principales fuerzas sería un mensaje claro de normalidad y responsabilidad democrática. Si los dos grupos más votados dejan de un lado las siglas y se unen para gobernar darían la estabilidad que el municipio necesita, aunque parece una quimera. Un imposible que podría ser la sentencia a los grupos independientes, ya que un buen gobierno conjunto de PSOE y PP acabaría con todos los disgregados a largo plazo y asentaría la hegemonía de los dos grandes partidos en la lucha por la Alcaldía, sin satélites que les distorsionen los planes.
La idea de este pacto es sólo un sueño de algunos y todo apunta a que los dos partidos mayoritarios tendrán que acatar la decisión de la asamblea de Pozoblanco en Positivo. El elegido tendrá que bailar al son de la agrupación de Emiliano Pozuelo y el desechado se tendrá que ir a la oposición y ejercerla con la mayor dignidad posible, lejos de crear circos y construyendo un frente de trabajo que contrarreste la mayoría absoluta.
No hay comentarios