El lunes fue el día elegido por el primer equipo del Balonmano Pozoblanco para volver a trabajar para preparar una temporada donde el conjunto pozoalbense militará en Segunda Nacional. De nuevo, se ha confiado en Pepe Eduardo Córdoba para la dirección del equipo y suyas fueron las directrices que siguieron los quince jugadores que en el primer día de entrenamiento se ejercitaron.

Unos jugadores que a juicio de su entrenador «han llegado bien, muchos de ellos han ido pidiendo trabajo para hacer en este periodo de transición con lo que llegan bien». Con todo, la plantilla aún no se da por cerrada ya que el técnico espera que «se haga un último esfuerzo y se puedan traer un par de jugadores para unas posiciones determinadas que nos gustaría reforzar». En concreto, Córdoba pediría un pivote y un primera línea «más especialista a nivel defensivo».

En el caso del pivote, la entidad pozoalbense tenía casi cerrada la incorporación de Gustavo Alonso pero una oferta de última hora de un equipo de superior categoría tiró al traste las negociaciones con este jugador. Así las cosas, toca seguir buscando en el mercado y de lo contrario «trabajaremos y adaptaremos lo que tenemos».

La pretemporada

En lo estrictamente deportiva, la planificación de la pretemporada hará que el equipo se ejercite tres días a la semana ampliando hasta el cuarto en ocasiones. Además, el técnico quiere que los suyos jueguen un partido todas las semanas empezando este mismo domingo con un choque ante el equipo B que «también queremos reforzar con jugadores del primer plantel que estarán a caballo ente los dos equipos». Después llegarán rivales como el Oxygen Palma del Río, el Bailén, La Salle o el Ciudad Real para cerrar.