Entre música, arte, cortometrajes y teatro, el Festival Periscopia amplía su oferta y hace un hueco al artes más artesanal con la inclusión en su programa de «Los pajaritos de Clara». Esta sevillana llegará a Pozoblanco con su baúl de pajaritos, sombros, bolsos o riñoneras, todo ello diseñado por ella misma.

Para explicar su trabajo, nos trasladamos a su web en la que nos cuenta que «siempre he tenido la cabeza llena de pajaritos: pajaritos que duermen, pajaritos muertos, pajaritos sentados… Una mañana, a eso de las diez, empezaron a salir y a manifestarse, primero en el papel: tontos garabatos, con un ojo más grande que otro, a veces en bicicleta, a veces borrachos, y así pensé que seguramente existía un pajarito para cada persona. O una persona para cada pajarito, no estoy segura. Me tropezaba con ellos en los pasillos, me los encontraba en los bolsillos, en las arrugas del vestido… así que decidí darles volumen, darles vida. Siguen teniendo un ojo más grande que otro y las patitas como alambres torcidos (las patitas de hecho son alambres torcidos) y antes de ver la luz sufren el suplicio de pasar por el horno (el mismo horno donde hago las lasañas, el de casa) y de ser anillados: así me quedo tranquila, sé que no se van a perder. Y por si decidieran largarse, le fabrico a cada uno cajita de papel donde construir su nido. Y a los más subversivos los meto en jaulas. Por si acaso.Y no sé si familiares y amigos verán lo práctico de la cosa, pero lo que es yo, me ahorro un buen dinero en regalos…»

Se cierran todos los cortometrajes

Por otro lado, la organización del Festival Periscopia también ha dado a conocer los dos últimos cortos que formarán parte del grupo de cinco que se podrá visualizar durante los días de celebración del festival gracias al acuerdo con la distribuidora malagueña Jóvenes Realizadores. Se trata de «Stupicy» de Rubén Llama, un joven realizador afincado en Torremolinos y de «Una tarde en Dino´s», del director malagueño Fernando Castillo. En el primero podremos ver una historia muy curiosa en la que la tranquilidad de toda una comunidad se ve alterada cuando los protagonistas descubren que la policía no va a hacer nada por remediar una serie de robos que resultan tener un ladrón muy peculiar.

Por su parte, Fernando Castillo nos relata una entretenida historia en la que el mafioso Bruno Lampari es invitado a una comida en el restaurante Dino’s, propiedad de Alfonso Crocetti y sus hijos. Toda la cinta está rodada en italiano, lo que le da un toque aún más interesante a esta sobremesa“familiar”.Cuenta con varios premios y menciones especiales en diferentes concursos y certámenes.