Nadie le podrá reprochar nada al Club Deportivo Pozoblanco en la tarde de hoy. El equipo de José Ángel Garrido cuajó un partido muy serio ante el Atlético Ceuta, un equipo que lucha por meterse en puestos de play off de ascenso, lo que le valió para sumar tres puntos algo más que decisivos. Aunque la permanencia aún no se ha logrado a nivel matemático, lo cierto es que los vallesanos ya están rozando su objetivo gracias a las ganas demostradas en el partido y a su compromiso durante los noventa minutos de juego.

Esa actitud quizás le valió al Pozoblanco para cambiar su suerte porque al contrario que le viene sucediendo, esta vez los blanquillos no necesitaron una y mil ocasiones para hacer gol. Les bastó una aproximación para hacer diana, algo casi inédito. Tras un disparo del jugador local Ismael en el minuto 7 de juego que salió rozando el palo izquierdo de la meta defendida por Cristian, llegó el turno para que el Pozoblanco se probara. Y vaya si lo hizo. En el 12, un balón suelto cayó en Álex Gil que desde fuera del área se sacó una precisa y preciosa bolea que sirvió para batir al cancerbero local.

La sorpresa se apoderó del Alfonso Murube y el conjunto caballa tuvo que ponerse las pilas para conseguir darle la vuelta al electrónico. La balanza se volvió a equilibrar nueve minutos más tarde cuando una indecisión de la zaga pozoalbense tras el saque de un córner dejó un balón suelto en el área que supo aprovechar Villatoro para marcar ante Cristian. De ahí hasta la conclusión de la primera parte solo hubo que destacar dos disparos –de Ismael y Perita- que no pusieron en apuros a Cristian.

Seriedad defensiva

En la segunda mitad, el Ceuta salió envalentonado, buscando soluciones para no dar al traste con sus aspiraciones. Los locales encerraron al Pozoblanco en su campo y se lanzaron convencidos al ataque para desequilibrar el marcador, pero tal y como sucedió en el primer acto fue el equipo de Garrido el que se puso por delante de nuevo. José Manuel recuperó un balón en su propio campo y condujo una contra a la perfección hasta batir al portero caballa de un disparo raso.

Con el 1-2 en el cómputo general, Garrido volvió a recular y a mostrar un planteamiento más defensivo con la retirada del campo de Sancho y la entrada de José Muñoz para intentar amarrar el resultado. Hasta los minutos de prolongación no hubo excesivas cosas que destacar con la excepción de las dos penas máximas reclamadas por el cuadro local. En ambas, el colegiado optó por dar continuidad al juego, ya que no vio las infracciones. Con el paso de los minutos y estas circunstancias, el Ceuta comenzó a ponerse nervioso ante un Pozoblanco que estuvo muy bien situado atrás, defendiendo con seguridad, lo que no impidió que en una jugada la zaga blanquilla no acertar a despejar y el veterano Sandro marcara el empate a dos en el minuto 91.

Cuando todo apuntaba a un empate, de nuevo los errores defensivos sentenciaron a un equipo. En este caso le tocó el turno al caballa, que en un mal entendimiento entre sus centrales y su cancerbero apareció el juvenil Sergio para marcar un gol que decisivo para los suyos cuando no hubo tiempo para más a nivel deportivo. En el plano extradeportivo, hubo incidentes con el arrojo de objetos al trío arbitral, que no recogió nada en el acta. El Pozoblanco tuvo lo que se mereció, una gran victoria.

FICHA TÉCNICA:

2.- ATLÉTICO CEUTA: Garrido, Segura, Jalid (Said, m. 54), Jaime, Sandro, Ernesto, Villatoro, Pepe Martínez, Ismael (Aitor, m. 80), Perita y Prieto.

3.- C.D. POZOBLANCO: Cristian, José Manuel, Adri, Santacruz, Guille, Lara, Charaf (Viñas, m. 73), Sancho (Sergio, m. 50), Manu Estepa (José Muñoz, m. 63) y Álex Gil.

ÁRBITRO: Rica Alarcón, de Granada. Amarilla a los locales Pepe Martínez, Ismael y Said; y a los visitantes Cristian, Adri, Santacruz, Guille, Pascual, Lara, Álex Gil y José Muñoz. Expulsó en el 92 al local Ernesto con roja directa.

GOLES: 0-1, m. 12: Álex Gil. 1-1, m. 23: Villatoro. 1-2, m. 76: Lara. 2-2, m. 91: Sandro. 2-3, m. 94 Sergio.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 36ª jornada de liga del grupo X de Tercera División disputado en el Alfonso Murube ante unos 400 espectadores.