Algunas cosas han cambiado en el Ayuntamiento de Pozoblanco, pero otras siguen intactas. En este último grupo nos topamos con la incapacidad para el término medio. Un ejemplo, en el mes de abril los ruegos y preguntas duraron cinco minutos, en el de mayo este apartado se fue hasta casi las dos horas. Suele pasar cuando a la oposición le quitas el único espacio que tiene asegurado de control público, las ganas se acumulan. Bien es cierto que todas esas ganas pareció acumularlas el CDeI, ya que Cambiemos Pozoblanco centró sus preguntas en temas de urbanismo, que no fueron contestadas por la ausencia del concejal Manuel Cabrera, y en otros temas donde la contestación osciló cerca del «en ello estamos»: la comisión de investigación por el tema de la limpieza, que se iba a dirimir en seis meses y que aún no ha celebrado una sola sesión, y la reapertura de Canal 54, que lleva meses anunciando que «muy pronto» estará otra vez operativa. Por su parte, el PSOE estuvo menos «beligerante» que en otras ocasiones y cuestionó la información que recibe por parte del equipo de gobierno al que volvió a tildar de poco transparente, o al menos, no tanto como pregona. Y es que no hay pleno donde la transparencia no aparezca. Además, el PSOE propuso reconocer a los pozoalbenses que vienen destacando en diferentes áreas en un acto con carácter anual, una petición que fue anotada por los regidores.
Pero como antes decía, fue CDeI el que llevó el peso del apartado de ruegos y preguntas de la sesión plenaria poniendo sobre la mesa varios temas espinosos. La primera de ellas llegó cuando el portavoz del grupo, Antonio López, preguntó por un informe del departamento de obras donde se indica que unas obras que viene realizando Covap no tendrían la licencia pertinente. Contestó en esta ocasión el primer edil, Emiliano Pozuelo, que aludió que se está resolviendo el expediente sancionador «como marca la ley» y dejó claro que durante su mandato ningún expediente sancionador ha caducado. Acabó su intervención el alcalde diciendo que «aprovecho para decir a todos esos empresarios o personas que tienen expedientes y que vienen a decirle al alcalde que mire para otro lado, que lo guarde en el cajón o que lo rompa, que CDeI insiste en que todos esos procedimientos se lleven a cabo«. La aseveración levantó el revuelo entre algunos concejales y Benito García le replicó con un «me parece vergonzoso». Y es que la afirmación no deja de ser una sacudida de responsabilidad en toda regla y deja muchos espacios abiertos a las malas interpretaciones.
La segunda cuestión espinosa de la noche llegó cuando Antonio López expuso que el Ayuntamiento había pagado unas facturas que correspondían al negocio de un familiar del concejal Pedro García, siendo algo incompatible por ley. López indicó que «cuando tuvimos conocimiento pedimos, porque entendemos que es nuestra obligación, un informe a Secretaría y otro a Intervención y se nos dijo claramente que estaba prohibido contratar con familiares de hasta segundo grado». El portavoz alegó que tuvo conocimiento que el importe fue devuelto pero no se arrugó al pedir la dimisión del concejal y también del alcalde porque «entendemos que no hay mala fe, pero también que hay que asumir responsabilidades. No se puede hablar de transparencia al mismo tiempo que no se cumple la legalidad». La encarga de responder fue Rosario Rossi y lo hizo lanzando un ‘ataque’ basado en un argumento escuchado ya anteriormente en el salón de plenos y que se podría resumir en que el mundo se divide en dos bandos, los buenos y los malos. «En el momento en el que el fallo fue detectado fue subsanado y ustedes enfangan porque lo que no son capaces de lograr con el discursos político lo hacen con el descrédito personal, esa no es nuestra forma de pensar. No estamos aquí por dinero, nos estamos exponiendo. Intentan derrocar al adversario político con cosas personales y luego dormirán tranquilos. Esto es lo que pasa cuando intentas concurrir a unas elecciones para ser mejor, para dejarte la piel por el interés general», expuso.
¿Quién dio la réplica? Efectivamente, Benito García que apuntó que «se están defendiendo de una acusación que no se ha producido, su discurso me parece denigrante, atropellado, bárbaro». «Cuando tenemos conocimiento de una situación extraña nuestra obligación es ponerla en conocimiento porque si no lo hacemos estamos incurriendo en un posible delito y lo hemos hecho de la manera más prudente posible», espetó para plantear la que a mí juicio fue la pregunta de la noche, «¿qué hubiera ocurrido si el caso hubiera sido a la inversa?» Traducido de otra forma, creo que García estaba preguntando ¿hubiera utilizado eso Emiliano Pozuelo en contra de CDeI? Y aquí nos encontramos con un problema de base que se viene dando desde el inicio de la legislatura. ¿Quién parte de cero? ¿A quién se le permite que su pasado político no le deje avanzar? ¿Es Pozoblanco en Positivo el único grupo que puede alardear de esto, aunque esté liderado por alguien que sí tiene pasado político? ¿Es justo que concejales como Antonio López, Matías Sánchez o Isabel Peralbo tengan que soportar las descalificaciones por el pasado de su partido? ¿Es justo que a Pozoblanco en Positivo no se le pueda reprochar el pasado de algunos de sus componentes? ¿Hay olvido seleccionado? En definitiva, la simpleza del argumento de los buenos y los malos es eso, una simpleza que navega si adentrarse en la profundidad del análisis.
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