Cada día, en torno a 10.000 niños utiliza el autobús escolar para ir al colegio y volver a casa, un medio de transporte seguro, tal y como muestran las cifras de siniestralidad vial, pero que debido a la vulnerabilidad de sus pasajeros y a las vías por las que suele circular, en su mayoría carreteras convencionales, necesita de una especial vigilancia.
Por este motivo, desde el lunes día 16 y hasta el viernes 20 de enero, los autocares dedicados al transporte de escolares serán objeto de vigilancia por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, dentro de las campañas de seguridad vial que anualmente realiza la Dirección General de Tráfico para prevenir la accidentalidad en este tipo de transporte.
Las inspecciones que realizarán los Agentes consisten en un primer control de carácter administrativo sobre las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos para la correcta prestación del servicio. También verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción, los tiempos de conducción y descanso
Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos.
Como es habitual en este tipo de campañas, también se ha invitado a los municipios de la provincia a sumarse a la misma, de modo que la vigilancia de este tipo de transporte sea tanto en zona urbana como en interurbana. Entre 2012 y 2016, en la provincia de Córdoba, los autobuses escolares se vieron implicados en 3 accidentes, en los que no falleció ninguna persona aunque 4 ocupantes resultaron heridos.
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