Una proposición no de ley ha vuelto a destapar, una vez más, las vergüenzas de España. Esa España que se indigna porque a alguien se le pase por la cabeza la «estúpida» idea de retirar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de Los Caídos pero que no varía su color cuando hay personas que están siendo juzgadas por 140 caracteres. Cierto es que la proposición no vale de nada porque no es de obligado cumplimiento para el Ejecutivo, pero sirve para escuchar sandeces por doquier y para darse cuenta de que después de 42 años en este país la única forma de cerrar heridas parece ser el olvido.
Esa es la maquea acuñada por la derecha de este país, para cerrar heridas hay que olvidar obviando que quien olvida su historia está condenado a repetirla. Mi raciocinio, que será excesivamente limitado, no me alcanza a encontrar ni una sola razón para que alguien se oponga a que los restos del dictador no estén en un lugar que permita realizar apología del franquismo. De verdad, ni una sola. El Valle de Los Caídos puede ser un monumento que nos reconcilie con nuestra historia, pero desde luego no mientras la tumba de Franco pueda ser venerada.
Luego está el otro argumento esgrimido por quienes se han pasado la Ley de Memoria Histórica por los bajos, presumiendo de dotarla con cero euros en los presupuestos generales, y ese no es otro que ¿a quién le importa esa ley o que los restos de Franco puedan ser cambiados de lugar? Es la historia de nunca acabar. Se les olvida a nuestros actuales gobernantes que el hecho de que a ellos les importe un carajo no eleva a categoría de máxima esa opción. Si los representantes políticos lo son del pueblo, una mayoría aboga por todo lo contrario.
La terna de argumentos se cierra con decir que hay temas mucho más importantes en España, otro «latiguillo» estudiado que provoca que haya cosas que nunca se puedan abordar. ¿Cuándo estará preparada España para enfrentarse a su historia? De aquella dictadura salió una monarquía que también ha destapado sus vergüenzas y las nuestras. ¿Por qué hay debates que parecen inviables en este país? No estoy hablando de ideología, simplemente hablo de sentido común. Un sentido común que me lleva a pensar que un dictador no debería estar en un lugar donde se le venere, que lo hagan sus familiares, que ellos sí podrán, en privado.
Y voy más allá. Algún día en este país habrá que plantear si queremos seguir sosteniendo a la monarquía saliente de aquella dictadura. Algún día nos tendrán que preguntar si queremos seguir bajando la cabeza y haciendo reverencias y sosteniendo un sistema que es arcaico en su mismo concepto. Otra cosa que veo de sentido común, pero como ya dije será que mi raciocinio no está a la altura.
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