«No es justo, no lo merezco», esa es la frase que más repitió Emilio José García Sosa en la rueda de prensa que ofreció esta tarde tras conocerse su destitución como técnico del Club Deportivo Pozoblanco. Triste por la forma en la que ha finalizado su relación con la entidad vallesana, el ya ex técnico del cuadro vallesano incidió en que a las alturas de temporada que estamos -restan tres jornadas para la conclusión de la liga- lo lógico hubiera sido continuar al frente del equipo. Aunque se marchó deseando lo mejor al club, recalcando la «grandeza» del mismo, lo cierto es que también se mostró en desacuerdo con la decisión adoptada por la Junta Gestora y habló de «contradicciones» al afirmar que ya había mantenido alguna conversación de cara a la planificación del año que viene. Y es que al parecer, el entrenador habría firmado por dos temporadas con la entidad tema que ahora obligará a ambas partes a sentarse para negociar.
El ya ex técnico del Pozoblanco fue convocado a las siete de la tarde, momento en el que tres miembros de la Junta Gestora –Patricio Moreno, Pedro Luque y Manuel Acaíñas– le comunicaron la decisión adoptada tras la reunión que mantuvieron el lunes la totalidad de la Junta Gestora y donde se procedió a una votación en la que por mayoría se acordó el cese. «Hay que asumirlo porque esto es fútbol, pero lo veo una injusticia muy, muy grande porque desde que me levanto hasta que me acuesto estoy trabajando por y para mi equipo y faltando tres jornadas creo que es una aberración total el cesarme porque no lo merezco por honradez y por trabajo«, expuso. En relación a los argumentos esgrimidos para poner fin a la relación entre ambas partes, García Sosa apuntó que es una mera cuestión de los malos resultados que atesora el equipo en las últimas jornadas. «Es cierto que los resultados no están siendo buenos y creen que la solución, aunque saben por su boca que el entrenador no es el culpable, pasa por mi cese. Me comentan que han mirado por el club, pero creo que no merezco esto y a falta de tres jornadas hacerme esto no lo veo muy coherente, a uno le hace daño y salgo muy perjudicado porque lo suyo es esperar al final de temporada. Sinceramente no lo veo muy coherente, siempre he sido muy sincero y no merezco esto», prosiguió.
Con el Pozoblanco quinto y el objetivo oficial más que cumplido, la decisión ha sorprendido de ahí que el técnico fuera cuestionado por otras posibles causas como una posible mala relación con parte del vestuario, algo que en todo momento negó. «La relación con el vestuario es buena, con algunos va más allá del tema deportivo, las decisiones que he tomado siempre han sido por el bien del equipo y con ninguno de ellos me ha pasado nada que sea reseñable, si vosotros comentáis eso es porque habréis escuchado campanas por parte de jugadores», indicó. Recalcando el tema de los objetivos, el ya ex entrenador blanquillo sacó pecho para señalar que el impuesto por el club «está más que cumplido», aunque no negó que «a nivel personal no porque las exigencias eran máximas y para mí era importante quedarnos lo más arriba posible y creo que hemos podido quedar mucho más arriba». García Sosa también reconoció que lo que no ha conseguido es que acabar con la misma ilusión o incluso más que al principio de la temporada.
Siguiendo con su intervención, el técnico reiteró que «me merecía acabar la temporada y luego valorar si continuar o no». García Sosa se despidió hoy mismo de los que han sido sus jugadores en una breve charla en el vestuario que acabó con un aplauso y también con halagos por parte de miembros de la Junta Gestora, algo que agradeció pero que no le vale de mucho porque «el que se va para casa dolido y el principal perjudicado soy yo». Eso sí, el entrenador negó sentirse decepcionado con las personas que en su día depositaron su confianza en él para llevar las riendas del equipo y agradeció esa confianza e incluso pidió perdón «por no tener al equipo más arriba». Y es que a pesar de las circunstancias en las que se ha producido su marcha, el técnico se despidió indicando que «ha sido una experiencia bonita porque este club tiene una grandeza que incluso los que estamos aquí no lo sabemos. A este club no le vale con División de Honor o Tercera División, la infraestructura que tiene el Pozoblanco en cuanto a terreno de juego, ciudad deportiva, afición y ciudad hace que este equipo deba estar y va a estar mirando a categorías más altas porque lo merece».
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