Sobre las cinco de la tarde del domingo un autobús entraba en el Recinto Ferial de Pozoblanco con los 25 niños procedentes de Bielorrusia que pasarán su verano en las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato. La labor que viene realizando desde hace décadas la Asociación de Acogida de Los Pedroches permitía vivir uno de los días más emocionantes del verano, el reencuentro entre quienes ya son familia.
Nada más pisar suelo pozoalbense tuvieron lugar esas imágenes que ya se repiten verano tras verano pero que no por ello dejan de ser emocionantes, los abrazos sinceros entre los niños y sus familias de acogida. Nervios entre los que llegan y los que esperan, lágrimas de emoción, las primeras preguntas, los primeros abrazos y besos que se extenderán hasta el mes de agosto cuando toque la partida.
Hasta que llegue ese momento restan seis semanas por delante donde la Asociación programa varias actividades para facilitar la convivencia entre niños y familias. En esta ocasión han sido dieciséis las familias que han mostrado su solidaridad para acoger a niños y niñas que vienen a disfrutar de un entorno saludable y que viven estas semanas con intensa ilusión.
Aunque hay quien se suma a esta experiencia por primera vez, los abrazos dados reflejan historias cruzadas, meses de espera, cariño de quienes comparten algo más que unas semanas cada verano. Historias de relaciones forjadas a través de la solidaridad, el tiempo y el afecto.
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