Los veinticinco niños y niñas bielorrusos que están pasando parte de su verano en la comarca de Los Pedroches fueron recibidos en el salón de plenos. Los niños llegan a través de la Asociación de Acogida Infantil Los Pedroches, algo que se lleva sucediendo desde 1997.
El presidente de la asociación, Carlos Bascón, y la monitora Anastasia Pétukh, reflexionaron sobre la importancia que tiene estos gestos para la salud de los niños, aportándoles una experiencia inolvidable, “especialmente cuando muchas veces no somos capaces de ver las cosas que suceden a lo lejos y, por lo tanto, de valorarlas como merecen”, por ello, el alcalde de la localidad, Santiago Cabello, reconoció la importante labor que año tras año realiza la Asociación de Acogida Infantil Los Pedroches, felicitándolos por ello e invitándolos a seguir con su gran labor “porque sólo hay que ver la cara de felicidad de los niños que nos acompañan y las de sus familias de acogida”.
Dulcenombre Botella, familia de acogida de Belalcázar, relató cómo vivió su primera experiencia el año pasado, volviendo a repetir en esta edición, y argumentando que “a pesar de las iniciales preocupaciones por tener la responsabilidad de convivir con un niño que no es de tu familia, el agradecimiento y cariño que te dan hace que todo fluya de la mejor manera, viviendo todos juntos una experiencia maravillosa”.
Desde la Asociación de Acogida recordaron que la estancia de los niños de Bielorrusia en Pozoblanco y comarca es fundamental para que ellos se aseguren salud por al menos un año, haciendo frente al “peligro invisible de la radioactividad”, según anotó Bascón, quien tuvo la oportunidad de viajar el año pasado a conocer a las familias de los niños que vienen de acogida y comprobar la situación real en la que viven, para así poder valorar lo que aquí se les ofrece.
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