Llevaba toda la semana pensando en esta columna de opinión. Pero hasta que ayer no me senté frente al televisor y vi el último “Salvados” de la temporada no vi la luz. La televisión todavía es capaz de aportar algo y ayer, independientemente de ideologías o de razonamientos llevados hasta el extremo, vi un programa donde tres personas –la jueza Manuela Carmena, el catedrático de Filosofía Política de la UB, Manuel Cruz, y el ex ministro de Educación y Ciencia, José María Maravall- dialogaron con un sosiego impropio en estos tiempos, abordando temas espinosos, dándole una vuelta de tuerca a un sistema que hace aguas y, sobre todo, argumentando. No hubo voces, ni gritos. Hubo argumentos.
Esos tres personajes huyeron del espectáculo, incluso afirmaron algo tan preocupante como cierto, que “el debate público ha sido sustraído a los ciudadanos y se ha sustituido por una especie de espectáculo”. Clave esta palabra, la de espectáculo. De repente me vino a la mente todo lo que quería decir y que tiene que ver con el órdago que el portavoz andalucista en el Ayuntamiento de Pozoblanco, Emiliano Pozuelo, lanzó al alcalde de la localidad, Pablo Carrillo, durante la rueda de prensa que ofreció el pasado miércoles.
“Reto al alcalde de Pozoblanco a sentarse, en un escenario como el auditorio del Recinto Ferial, a debatir los proyectos que se han realizado durante estos dos años de legislatura y los que se llevaron a cabo en los dos últimos de la anterior”, expuso. Se refería Pozuelo a poner sobre la mesa los proyectos del actual cogobierno (PSOE-CDeI) frente a los que realizó el tándem saliente de la alcaldía (PP-PA). La idea no deja de ser interesante, pero lo es solo en su planteamiento inicial, en el continente no en el contenido. Intuyo, y me arriesgo a decir que casi con un acierto máximo, que eso no sería un debate, sino un espectáculo donde los discursos huecos se impondrían bajo el objetivo de salir vencedor de una batalla momentánea y mínima.
Pero, ¿qué ocurriría si retomáramos ese guante arrojado por el Partido Andalucista y se le comenzara a dar forma? ¿Se imaginan un debate entre nuestros principales representantes políticos, una charla donde salgan a relucir los problemas que tiene nuestra localidad, con la opinión de los afectados, es decir, los ciudadanos? Quien haya pensado que ese debate lo tenemos todos los últimos lunes de mes es que no me han entendido, porque en un pleno hay cualquier cosa menos debate. Primero porque los temas los eligen los interesados, error, y segundo porque los tiempos y las formas las imponen los mismos, otro error.
Creo, sinceramente, que es tiempo de exigir a nuestros dirigentes políticos que se sienten y revisen sus programas electorales y elijan la franqueza ante el engaño. Ayer se hablaba en el programa referido de la “banalización de las promesas”. Y de eso no se salva nadie. En el programa conjunto que presentaron PSOE y CDeI tras unos cuantos meses en el gobierno, se puede leer el siguiente extracto:
“Pondremos en funcionamiento el Debate sobre el estado y situación del Municipio televisado en el que el Gobierno ofrecerá su gestión a la ciudadanía y la oposición podrá ejercer la labor de control del Gobierno. Del mismo modo, diseñaremos en la Televisión Local un espacio mensual en el que se realicen espacios dedicados entre los portavoces de los diferentes grupos políticos municipales y personas afines a las distintas sensibilidades políticas, ofreciendo una información actualizada sobre aquellos asuntos que le interesen a la ciudadanía”.
No estaría mal que ahora que se sopesa y se está trabajando, según información oficial, en el paso de Canal 54 a la plataforma digital se retomara este compromiso con la ciudadanía y pudiéramos asistir a debates que vendrían a regenerar algo más la democracia de nuestro municipio.
Mucho me temo que pido imposibles porque, no nos engañemos, hay miedo al debate. Mucho miedo, porque por encima de cualquier compromiso con la ciudadanía, de cualquier intención por fortalecer la participación y la transparencia se imponen los intereses partidistas y una posible derrota ante el adversario. Sé de lo que hablo. Canal 54 ya lo intentó durante las últimas elecciones, pero el NO de PSOE y PP, que se negaron a debatir si no era entre ellos, dejaron fuera cualquier opción. Por aquel entonces, el ahora alcalde dijo que él debatía con quien era una opción de gobierno y el resto de partidos no lo eran. ¡Menudo acierto con las predicciones!
El único logro en ese sentido lo consiguió la por aquel entonces Punto Radio Pozoblanco –hoy Cope- que sentó a los cinco portavoces en un encorsetado debate con preguntas más que sabidas, con tiempos ajustados hasta el límite, con un orden establecido hasta el milímetro y con una preparación que dejó descafeinado el planteamiento inicial de debate, lo que no resta mérito a quien lo consiguió. Es hora de avanzar, de que los ciudadanos sean los que pregunten. Es hora de dejar los miedos fuera y pensar más en el bien colectivo que en el propio. Es hora de cumplir promesas. Es hora de debatir, de argumentar. ¿Quién se suma?
Nota: Creo que el debate es algo “justo y necesario” para la ciudadanía. Lo de justo y necesario, lo recalco en estos días de eternos desfiles procesionales en nuestra localidad. Sin pretender ofender a nadie.
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