19 de octubre, Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Hoy las calles se tiñen de rosa para hacer más visible esta enfermedad, pero también para concienciar sobre lo esencial de un diagnóstico precoz. Este año, para conmemorar este día nos dirigimos hacia el Hospital Comarcal Valle de Los Pedroches donde Isidro Moreno ejerce de cirujano. Hoy hablamos de cáncer desde el punto de vista médico, pero también del componente humano con el que los profesionales se enfrentan a esta enfermedad.

 

Pregunta: ¿Cómo profesional qué le parece que exista un día donde se conmemore la lucha contra el cáncer de mama, sirve para concienciar?

Respuesta: Es algo muy positivo porque descubre la enfermedad de la realidad y ayuda a los pacientes en el aspecto informativo.

P: ¿Cuál es la realidad del cáncer de mama?

R: Estamos hablando de que es el cáncer más frecuente en las mujeres y el segundo en cuanto a mortalidad, lo que implica que se ha avanzado mucho en el diagnóstico precoz. Afortunadamente la mortalidad ha disminuido, hay diagnósticos cada vez más precoces. Sí es cierto que en la población de cierta edad, la más mayor, aún hay mucho poder para contar un posible problema y dejarse diagnosticar, pero sin duda se ha avanzado mucho.

P: ¿Se observan mayor incidencia en algunos tramos de edad?

R: Sí, el cáncer de mama tiene dos picos, uno alrededor de los 40 año y otro alrededor de los 60 años.

P: ¿Qué causas determinan esos picos?

R: No se sabe por qué, no hay nada demostrable que implique una relación clara. Probablemente se deba a una derivación del efecto hormonal porque es un tipo de cáncer relacionado con las hormonas femeninas y pueda establecerse esa relación del influjo de las hormonas que la mujer ha producido a lo largo de toda su vida. Pero no está demostrada una causa que justifiquen esos repuntes en las edades de las que hablábamos.

P: ¿Cuál es la mejor prevención?

R: Si hablamos de una prevención secundaria no hay mejor prevención que un diagnóstico precoz, evidentemente no podemos prevenir su aparición, pero sí que las consecuencias sea unas u otras dependiendo del tiempo que se tarde en detectarlo.

P: ¿Cuándo debería una mujer empezar con las revisiones periódicas?

R: En principio, el programa de detección precoz establece que las mujeres cuyas edades estén comprendidas entre los 50 y 69 años se realizan cada dos años una mamografía. Cada vez se hace más y cuando los recursos lo permiten ese programa incluye a mujeres desde los 40 años, hay algunos países que la detención precoz se realiza a partir de esa edad. Esto si hablamos del riesgo general, porque es evidentemente que en pacientes con casos familiares o causas añadidas se hace mucho antes.

P: Imagino que una detección precoz implica un mal menor. 

R: Sí, eso es evidente. Cada vez hacemos más diagnósticos precoces con lo que las consecuencias son mejores. Hace años, y no estoy hablando de tantos años, el tratamiento estándar era una mastectomía y un vaciamiento. Hoy lo raro es hacer la mastectomía.

P: ¿Cómo se vive, teniendo en cuenta la diversidad, un proceso con esta enfermedad?

R: Estamos hablando de una enfermedad es que muy mutilante, todos le tenemos miedo a la palabra cáncer. Es cierto que cada menos porque hay más ayuda e información y eso ayuda a afrontarlo de una manera distinta y de cara al tratamiento facilita la respuesta. Evidentemente es algo muy variable, pero se vive con mucha angustia porque es una cirugía muy mutilante. También es cierto que hoy hay muchos casos en los que le podemos decir a los pacientes, es un cáncer, hay que tratarlo, pero se va curar.

 

P: ¿Hasta qué punto influye el ánimo con el que una paciente se enfrente a la enfermedad?

R: Es fundamental. Las pacientes se enfrentan a un tratamiento fuerte y tiene que poner de su parte. Se va a enfrentar a una serie de efectos secundarios, son conscientes de que se les va a caer el pelo, por ejemplo, pero se le dan una serie de pautas para que sepan que pueden comprar unas pelucas o colocarse unos turbantes, unas pautas que le ayudan muchísimo a superarlo. Y para todo este tema es fundamental la Asociación Española contra el Cáncer porque tiene una serie de mecanismo de apoyo como terapias de grupo o terapia personal que ayuda muchísimo a las pacientes.

P: ¿Se llega a acostumbrar el profesional a convivir con el cáncer?

R: Bueno, sí. No es que llegues a acostumbrarte, sino que lo asimilas con una naturalidad distinta que al inicio de tu profesión. Con los años no exteriorizas tanto ante una patología que es muy frecuente.