Jaime Jiménez Arbe, conocido como «El Solitario», negó ayer que atracara una sucursal bancaria de Pozoblanco en marzo de 2003 y, en su último turno de palabra, dijo que si fuese juez se absolvería «directamente», según informa la agencia EFE. Jiménez Arbe pasó ayer por la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 4 de Córdoba acusado por la Fiscalía de un delito de robo con intimidación, otro de tenencia ilícita de armas y de falsificación de documento oficial, por los que pide en total ocho años.

Durante su intervención, «El Solitario» negó este atraco así como «otras peregrinas acusaciones» que pesan contra él en su historial delictivo. Asimismo, señaló que, si se acordase de lo que hizo hace diez años, sería «un genio». Tras su detención en 2007, se efectuaron registros domiciliarios en Las Rozas y Pinto (Madrid) donde se encontraron diversas armas, una posesión que Jiménez Arbe ha justificado porque «el mundo es muy violento y hay que tener con qué defenderse».

En su supuesta actuación de Pozoblanco, usó una barba y peluca postizas -habitual atuendo en sus acciones- y que fueron encontradas en dichos registros. «El Solitario» dijo que llevaba estas pelucas y barbas para evitar «a las muchas admiradoras» que tiene y añadió que llevar esta indumentaria no es ningún delito.

Posteriormente, llegó el turno para varios testigos, ninguno de los cuales, dado el tiempo transcurrido, pudo confirmar al cien por cien que usara un revólver 357, como mantiene el fiscal, ni tampoco que fuese Jiménez Arbe quien cometiese el robo. Varios de ellos mantuvieron que el atracador tenía «un acento basto» y «no refinado», algo que llamó la atención. Tampoco pudieron asegurar el número de la matrícula del coche en el que huyó supuestamente «El Solitario», pero un agente de la Guardia Civil testificó que el número de la matrícula que consta en el procedimiento se introdujo en una base de datos donde se comprobó que no pertenecía al coche utilizado para la huida.

Por otro lado, otro guardia civil señaló que, tras su detención, se hizo una prueba pericial caligráfica a Jiménez Arbe en la que «consta» que es el autor de unos croquis y rutas encontrados en los registros de Madrid donde quedan detallados la fuga tras cometer el robo de Pozoblanco. «El Solitario» habría diseñado una «ruta de bordeo a través de caminos sinuosos» en lugar de buscar una ruta más directa hacia una carretera de alta capacidad.

Tras la exposición de los testimonios, el fiscal afirmó que hay «multitud de pruebas indiciarias» a través de «elementos probados» que le llevan a mantener su petición de prisión. Por su parte, la defensa señaló que el Ministerio Público «ataca la presunción de inocencia» por ser «quien es» su defendido. Según mantuvo el fiscal se «agarra a cualquier mínima cosa más allá de la lógica» y añadió que en la sala «ha habido un vacío probatorio que no es suficiente para destruir la presunción de inocencia» de Jiménez Arbe.

Como sólo algún testigo acertó a describir la complexión física del atracador pero no su cara, «El Solitario» aseveró que él no es «míster universo como para que me reconozcan» por el físico. Finalmente, señaló que a él se le ha condenado porque «tengo una carga política detrás» y «me atacan por lo que soy”.