El castellonense Andrés Artuñedo confirmó su sintonía con el Open Ciudad de Pozoblanco tras arrancar con un triunfo relativamente cómodo ante el tenista cordobés Blas Ruiz Romero en una jornada que también vivió el triunfo del vigente campeón, Mick Lescure, y la primera sorpresa.

Artuñedo, que parte como tercer favorito, no dio apenas opción al ídolo local y resolvía su encuentro en apenas 50 minutos. Ruiz, que a sus actuales 16 años ya era desde el pasado año el tenista más joven en debutar en el torneo superando al croata Mario Ancic, se mostró algo nervioso por el hecho de jugar en casa y ante los suyos, aunque también se encontró enfrente con un rival que no bajó la intensidad de su juego ni aun ganando de forma amplia.

Era el partido más esperado de un tercer día de competición en el que se vivió la primera gran sorpresa del Open, la eliminación del sexto cabeza de serie, el francés Matteo Martineau, uno de los jóvenes valores del tenis galo, que cedía a manos de su compatriota Gabriel Petit, un tenista más experimentado y que supo darle la vuelta a un partido que tuvo muy en contra y resolver en el ‘tie break’ de la tercera manga (3-6, 6-2 y 7-6(1)).

Mick Lescure, vigente campeón, mantuvo su invicto en el Open Ciudad de Pozoblanco tras superar a un rival, el madrileño John Echeverría, que le había ganado hace poco más de un mes, pero que esta vez tuvo pocas opciones. El francés rompió de entrada el servicio del madrileño y eso le dio la confianza necesaria para afrontar las situaciones comprometidas que se encontró a continuación. Otra ruptura en el inicio de la segunda manga acabaría decantando el partido.

No fue el día de los españoles, pues ni el almeriense Benjamin Winter, ni el jerezano Juan Pablo Cañas ni el balear Sergio Martos pudieron secundar el debut de Artuñedo. Los dos primeros caerían de forma clara ante dos de los aspirantes al triunfo, el alemán Simon, séptimo favorito, y la joven perla francesa Rayane Roumane. Martos, por su parte, tuvo más opciones de ganar ante el colombiano Struvay y, de hecho, desperdició hasta nueve bolas de ‘break’ –por ninguna del suramericano- y contó hasta con alguna bola de partido, pero acabaría cediendo tras tres ‘tie break’.