El mundo del deporte de Los Pedroches vuelve a estar de enhorabuena. Añora volvió a amanecer orgullosa por los éxitos de Carmen Romero, una atleta que parece no tener techo y que el domingo nos hizo vibrar en una emocionante final de los 400 metros vallas del Campeonato de España. Se puede decir y escribir pronto, pero pocas personas a lo largo de la historia pueden colgarse una medalla de oro al cuello en un campeonato absoluto, sea cual sea la disciplina, por eso la historia que está escribiendo la noriega tiene que ser puesta en su justo valor.
Carmen Romero atesora en su palmarés tres campeonatos de España porque al conseguido el domingo hay que sumar los logrados en heptatlón en 2014 y 2015. Una triple corona. A buen seguro que su pueblo natal alentó a la atleta en unos metros finales que se hicieron eternos, donde Carmen Romero peleó la victoria hasta el último suspiro, sin rendirse, demostrando su alto nivel, su capacidad para competir y para ganar.
Hace un tiempo, la revista Hoyaldia ofrecía una panorámica del éxito de algunos deportistas nacidos en la comarca de Los Pedroches desde la óptica de sus familias. Los padres de Carmen Romero fueron protagonistas de ese reportaje hablando de sacrificio, de valores, de esfuerzo, de dudas, de alegrías y también de sinsabores. Componentes, todos ellos, que a buen seguro forman parte de esa subida al cajón más alto del pódium.
No muy lejos hay otro ejemplo de una mujer luchadora y campeona, Lourdes Mohedano, oro olímpico en gimnasia rítmica. Me contaban unos compañeros que después de esa medalla era complicada que las niñas en Peñarroya optaran por hacer otro deporte porque el ejemplo de la deportista había calado y habría provocado un efecto llamada incuestionable. El éxito de Carmen Romero tendría que ser tomado también como referencia en Los Pedroches, primero para darle el valor que tiene, segundo para que niños y niñas se acerquen al mundo del deporte a través de una historia que está plagada de éxitos pero que no son fruto de la casualidad, sino del esfuerzo y constancia. No hay que tirar de campeones o ejemplos lejanos cuando los tenemos tan cerca.
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