15 de octubre, Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha señalada que nos invita a mirar al territorio, a la comarca de Los Pedroches, para conocer la realidad de mujeres que se han decantado por vivir en una zona rural, por no dejar morir a los pueblos, por ser su alma desde la libertad de elegir. Hace unos días, algunas de esas mujeres compartieron sus experiencias vitales en Villanueva de Córdoba y hoy extraemos algunas de sus reflexiones, para conmemorar una fecha donde las voces femeninas vuelven a hacerse escuchar.
Una de esas mujeres que alzó la voz fue Concepción Picón, natural de Villanueva de Córdoba y licenciada en Psicología. Representó a todas esas mujeres que, a pesar de tener una profesión, la realidad les obligó a dedicarse a otra, a cuidar de sus familias. Con una voz firme, Concepción Picón reivindicó dejar enterrado el silencio que ha rodeado durante siglos a las mujeres y, especialmente, en el mundo rural. Una «invisibilidad» que se refleja en el hecho de que «no tenemos vida laboral y no recuerdo un día de mi vida que nunca he trabajado, no tenemos prestigio por este hecho, no hemos existido durante años y nadie nos ha valorado». Con la firmeza de defender un argumentario vivido y no impostado, Concepción Picón reivindicó que «las mujeres de mi generación, de este grupo de mujeres rurales que hemos vivido para nuestras familias, tenemos mucho que decir».
El sector ganadero ha sido y sigue siendo un mundo donde la figura masculina se impone, algo que paulatinamente se va perdiendo, aunque aún quede trabajo por hacer. Así lo reconoció María José Vioque (Dos Torres) que narró su experiencia profesional y también abordó otras cuestiones como el hecho de que «las mujeres nos estamos haciendo notar, se va escuchando nuestra opinión, aunque queda un largo camino por recorrer, mucho por cambiar, pero me siento en ese camino de lucha hacia la igualdad». Isabel Mena (Pedroche) responsable de la Quesería Fuente La Sierra también sabe lo que es liderazgo femenino a través de una empresa compuesta por tres directivas, lo que no resta para que «de vez en cuando algún comercial siga preguntando por el dueño». Ambas, jóvenes, defienden las oportunidades del territorio, las ventajas de vivir en el mundo rural, aunque cuestionaron el apoyo de las administraciones para que las distancias con el mundo urbano no sean insalvables, algo que indudablemente incide en el terreno de la economía.
María Rey, profesora de literatura del IES La Jara de Villanueva de Córdoba, y en su exposición analizó también los valores aprendidos de ese contacto y cercanía que llevan aparejados los pueblos. Puso de relieve cómo la literatura también ha ido otorgando ese papel a los pueblos y a sus mujeres y la necesidad de que la juventud escuche la importancia de los espacios como configuradores de la realidad. «La literatura está empezando a contar estos problemas, a plantear que los problemas de los ciudadanos igual no son los que tienen el foco mediático, sino cuestiones como la identidad o la memoria histórica», explicó. A sus alumnos, María Rey les «ofrezco ese mensaje positivo sobre nuestros pueblos, el que quizás yo no tuve porque se abogaba por marcharse a las ciudades por sus atractivos». Y entre literatura y realidad también entonó la suya Asunción Rojas, publicistas y fotógrafa, que dio pinceladas del mercado más reducido que ofrece un territorio rural y la necesidad de ampliar horizontes y servicios para que el emprendimiento tenga continuidad.
Cinco realidades expuestas desde la verdad que otorga la experiencia, cinco mujeres que hoy celebran ser parte del Día Internacional de la Mujer Rural por haber elegido desarrollarse en sus lugares de origen, con mucho que decir y mucho que aportar.
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