Muchos ayuntamientos han parado hoy a las 12:00 horas de la mañana para secundar las concentraciones contra la violencia de género. Un acto simbólico que se ha sucedido en diferentes municipios de la comarca de Los Pedroches con los ayuntamientos convocando minutos de silencio y sumándose a los manifiestos institucionales.
En Pozoblanco este año se ha querido dejar el protagonismo a los jóvenes de la localidad ya que antes del pleno extraordinario para aprobar el manifiesto institucional, se han escuchado diferentes manifiestos escritos por escolares de los diferentes centros de la localidad. Manifiestos donde se han escuchado palabras como corresponsabilidad, denuncia, educación en igualdad, diálogo o derechos humanos. Una condena a la violencia de género que quedó empañada porque el acto no gozó de la solemnidad requerida.
Después tuvo lugar la aprobación del manifiesto institucional donde se reflejó que «hace 20 años la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. En la declaración se reafirmaba que la violencia contra la mujer era un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz; y un atentado a los derechos humanos de las mujeres y sus libertades fundamentales».
«Durante este tiempo, en nuestro país, instituciones públicas y privadas han desarrollado campañas de concienciación ciudadana que han contribuido a un cambio de actitud en la población en general, superándose las políticas del silencio; además, los avances legislativos nos han dotado de instrumentos para reducir la impunidad de la violencia y la protección de las víctimas», prosigue un texto que también alude a que «la violencia de género ya no es tema privado sino público, gravísimo problema de preocupación colectiva, cuya persistencia se constata diariamente. En nuestro país, desde 2003 han asesinado a 1.020 mujeres y a 30 menores, a las que hay que sumar madres y hermanas, mujeres prostituidas y aquellas otras asesinadas por el hecho de ser mujer».
«Ante esta realidad incontestable no podemos acostumbrarnos sólo a discursos emotivos e indignados sobre la violencia contra las mujeres, ni caer en el desánimo por su persistencia o la pasividad frente a planteamientos negacionistas. Hay que hablar de soluciones y estas pasan por no tolerar la violencia de género. Erradicar la violencia contra las mujeres y niñas es una tarea complicada, requiere abordar la desigualdad de género que la provoca y que está profundamente arraigada en todos los ámbitos de la vida social. Es necesario contar con la intervención desde todos los sectores y a nivel individual y colectivo. Cada organización, cada persona tiene un papel, debemos convertirnos en agentes positivos en la defensa de los derechos de las mujeres y rechazar abiertamente la discriminación y el abuso», se expone.
Posteriormente y con veinte minutos de retraso sobre la convocatoria inicial daba comienzo la concentración a las puertas del Ayuntamiento de la localidad.
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