Centenares de personas han salido esta noche a las calles de Pozoblanco para sumarse a la manifestación convocada por la Asociación de Mujeres ‘Ventana Abierta’. Una manifestación que se caracterizó por la gran cadena formada para reflejar los nombres de todas las mujeres víctimas de violencia de género en el último año. Esa cadena siguió a la pancarta donde se podía leer «No al terrorismo machista», cerrando la manifestación con las personas que han querido sumarse a una cita que esta vez no acabó con silencio, sino con el grito unánime de «Ni una menos, ni una más».
El recorrido de la manifestación fue el inverso al habitual y de la puerta del Ayuntamiento se finalizó en la Avenida Villanueva de Córdoba donde tuvo lugar la lectura del manifiesto. «Hoy queremos recordar a las que ya no están con nosotras, pero también a las que sufren otras violencias sólo por el hecho de ser mujeres y a las víctimas colaterales más vulnerables, los menores de edad», se indicó en la lectura de ese manifiesto que también recordó que son 68 mujeres -desde diciembre del año pasado- las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas en España. Además, se hizo hincapié en los tres menores de edad que han sido asesinados en el marco de la violencia machista.
El manifiesto también reflejó los datos de la comarca donde «se han denunciado 51 casos nuevos de violencia machista, el 70 por ciento con hijas e hijos a su cargo que sufren esta violencia de forma directa o indirecta». «Los menores de edad son las víctimas silenciosas de este terrorismo machista. Desde el año 2015 son considerados víctimas de la violencia machista conforme a lo establecido en la Ley de Protección del Menor y el convenio de Estambul con un aumento de la protección estatal y soporte económico», se escuchó lo que llevó a exigir «medidas más contundentes que incluyan la suspensión del régimen de visitas y la retirada de la patria potestad en casos de violencia de género».
Del mismo modo, también se demandó una especial mención dentro del Pacto de Estado a las mujeres de las zonas rurales por «ser especialmente vulnerables a la violencia debido al aislamiento geográfico, a una menor independencia económica y una mayor dificultad de acceso a los recursos de forma anónima». «Esta violencia machista tiene cómplices en la política, en los medios de comunicación, en la judicatura, en las religiones, en la cultura, en la publicidad y en las redes sociales. Se necesita una respuesta contundente y global frente a esta violencia», se indicó para finalizar lanzando un mensaje optimista al mostrar la confianza en que «algún día dejaremos de denunciar casos de mujeres asesinadas, violadas, golpeadas, abusadas o humilladas por razones de género».
Después de la lectura del manifiesto, se leyeron los nombres de todas las víctimas de violencia de género desde diciembre de 2018 colocando sus nombres sobre los cuerpos dibujados en una larga pancarta alumbrada por las velas. Por último, un último grito, el «ni una menos, ni una más».
Una única pancarta
La manifestación de este año no contó con más pancarta a nivel de organización que la sustentada por la asociación convocante, ya que el Ayuntamiento no acudió como institución, algo que venía sucediendo en años anteriores. Este hecho fue valorado por la presidenta de ‘Ventana Abierta’, Tránsito Habas, que apuntó que «siempre se ha organizado de manera conjunta, nos dicen que nosotras organizamos nuestras actividades y el Ayuntamiento las suyas, pero creemos que el dar una imagen de unidad es fundamental para la ciudadanía y para la lucha contra esta violencia».
«Nos preocupa y nos duele que el equipo de gobierno tenga una actitud tan poco contundente, esta mañana aguardaron cinco minutos de silencio y allí hemos estado, esta noche no han querido organizar conjuntamente la manifestación y nadie del equipo de gobierno ha estado. Ese estar a medias y no estar presente dice mucho, es una postura ambigua y esta lucha no admite ambigüedades», zanjó.
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