Ascender hasta la Torre del Homenaje del Castillo de Belalcázar y divisar las impresionantes vistas que el emplazamiento ofrece ya no es una utopía y hoy lo han podido comprobar muchos vecinos de la localidad y de la comarca de Los Pedroches. Un primer paso que hace años se presumía imposible y que hoy es una realidad porque los trabajos de consolidación de esta fortaleza que data del siglo XV permiten ascender hacia esa cumbre. Después de incluir esa visita en las Jornadas Europeas de Patrimonio, la Junta amplió las posibilidades de visita a la jornada de hoy viernes y al domingo 1 de diciembre, motivo por el que castillo se ha abierto a una ciudadanía que esperaba con ganas esta oportunidad.
A través de una visita aproximada de dos horas, los visitantes han podido conocer detalles de los trabajos de consolidación, que garantizan la seguridad y el acceso a la fortaleza, a través de las explicaciones aportados por arqueólogos que han dirigido a los diferentes grupos. Un proyecto que se ha basado en consolidar y conservar todos los huecos, muros y cubiertas del recinto así como la adecuación de sus caminos y acceso.
A las puertas del castillo, la arqueóloga local Pilar García esboza el camino andado hasta la apertura de puertas temporal teniendo un primer reconocimiento al trabajo realizado por los vecinos de Belalcázar para mantener una de sus señas de identidad en pie. Así, la arqueóloga recordó que fue la Asociación Amigos de Belalcázar la primera que impulsó la compra del castillo por parte de la Junta de Andalucía para así garantizar las diferentes actuaciones. Fue en 2008 y en estos once años el camino no ha sido siempre claro y que nadie se lleve a engaños, la fortaleza aún requiere de trabajos para ofrecer al visitante una visión más profunda de su historia, más allá de la impecable Torre del Homenaje.
Una vez abiertas las puertas, el visitante se adentra en el patio de armas y allí llegan las primeras explicaciones, los vestigios góticos y los vestigios renacentistas, las insignias de los Sotomayor y de los Zúñiga y la presencia de ambos linajes, los restos de columnas y decoración que se han ido encontrado durante los trabajos. Se pasa de la idea de castillo para la defensa a un espacio donde los señores dejan clara su posición.
La Torre del Homenaje
Pero si hay un atractivo es subir a la torre de 47 metros, la más alta de estas características de la Península Ibérica. Para hacer posible ese acceso, la empresa instaló una estructura de andamiaje completo para así hacer más fácil el proceso de recuperación del junteado perdido, debido a las escorrentías de agua y la abrasión del viento, y asegurar y recuperar todos los elementos góticos que decoran garitones y ventanas.
Por delante, el visitante tiene 166 escalones un tanto complejos de salvar en algunos tramos -no se recomienda el acceso a personas con movilidad reducida, con enfermedades cardiovasculares o claustrofóbicas- divididos en cinco tramos. Una vez salvada esa distancia, el visitante respira y asiste a la que se convierte en uno de los paisajes más impresionantes de la comarca, la belleza interior tiene su continuidad en el exterior. Y en ese exterior, en los alrededores de las murallas prosiguen las explicaciones de la arqueóloga, que dejan claro que las visitas al Castillo de Belalcázar pueden convertirse en una referencia turística.
El futuro, en el aire
El domingo finalizarán estas primeras visitas y aún con las sensaciones de haber visto y sentido parte de la historia de la Villa de Belalcázar lo cierto es que asaltan dudas sobre el futuro. De momento, desde la delegación de Cultura se indicó en el día de ayer que se está trabajando en «una apertura extraordinaria a principios de año, para que puedan conocer el castillo aquellas personas que no hayan podido acceder a las visitas de las jornadas de patrimonio”. Por delante, quedaría por ver si esas visitas se amplían y lo que es igual de importante, determinar qué acciones se van a llevar a cabo después de los trabajos de consolidación.
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