El cierre de los colegios ha trasladado las aulas a los hogares porque si una cosa se ha querido recalcar estos días es que el obligado parón por el estado de alarma ante el coronavirus no es sinónimo de vacaciones para alumnos y profesores. Los centros educativos han trabajado de manera intensa en los últimos días para perfilar los mecanismos de comunicación con el alumnado y poder ir avanzando en tareas y materia. Se trata de reducir al máximo el impacto del cese de la actividad docente presencial y para ello es vital la colaboración entre profesorado, alumnado y la familia, eso sí todos desde casa. Y es que aunque en un principio los docentes tenían que acudir a sus respectivos centros, el sábado recibieron órdenes estrictas del cierre de colegios e institutos.
«Las instrucciones nos llegaron el viernes y realizamos un documento para detallar a los alumnos las instrucciones para conectarse y recibir información, también remitimos una carta para los padres y lo cierto es que después de las primeras horas de funcionamiento la cosa va funcionando», nos explica Carlos Alberto Sánchez, director del IES Antonio María Calero. Cada alumno tiene un correo y los profesores van formando las clases introduciendo esas direcciones para enviar la materia. Una cosa dejan clara, el «objetivo primordial» es que se siga una rutina de trabajo similar a la que se viene desarrollando en el centro.
Una consigna que se ha dado tanto al profesorado como al alumnado, que recibe las tareas y la información a través de una aplicación que se utiliza durante todo el año pero que en este periodo de tiempo será una herramienta vital. «Se trata de una aplicación que está operativa durante todo el año, tenemos un apartado de comunicaciones que será el que utilicemos ahora. Además, nuestros alumnos tienen un correo de un dominio propio del centro y trabajos con eso y classroom. Nosotros creamos las tareas, les llegan al alumnado y cuando está hecha se envía al profesor para su corrección», nos explica Miguel Ángel Torrico, profesor del centro. Para hacerlo todo más fácil, se han facilitado tutoriales para una correcta utilización de este programa.
Las dificultades crecen cuando hablamos de abordar temas que no han sido vistos y explicados en clase, porque aunque la plataforma admite vídeos, tutoriales y otras herramientas lo cierto es que «es muy diferente realizar el trabajo que se hace en las aulas porque, entre otras cuestiones, estamos hablando de que en cada clase hay una gran diversidad, alumnos que tienen diferentes ritmos». Por eso, desde el centro se ha hecho hincapié en que la comunicación sea bidireccional y continua para resolver las dudas que se puedan plantear para facilitar el trabajo de todos. Además, el director apunta la alta participación en el primer día de formación «telemática» y explica que «vamos a dar un plazo de unas 48 horas y si en ese plazo hay alumnos que no responden, contactaremos con los padres».
En esa misma línea se ha trabajado en el IES Los Pedroches, el alumnado recibe las tareas a través de una plataforma que se utiliza de manera esporádica durante todo el año. Los alumnos acceden a las tareas propuestas y el material facilitado por los profesores para poder hacer sus tareas, ejercicios que «luego nos devuelven hechos, unas veces se pueden hacen en la plataforma y otras pues tienen que hacerle una foto o escanear el cuaderno», nos relata Juan Lozano, profesor de este instituto pozoalbense. Además, pone también el foco en que las dificultades vendrán con la materia nueva que explicar al alumnado aunque matiza que «hay muchas herramientas para poder facilitar esta opción como videos, textos, aunque avanzar materia es más complejo».
Este mecanismo se extiende al resto de centros educativos y ya de forma telemática y con las nuevas tecnologías toda la comunidad educativa trabaja para cumplir el reto de que la formación no se paralice teniendo en mente que el periodo de la suspensión de clases podría verse prorrogado.
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