Una apuesta sencilla pero efectista y que consigue lo que pretende, que el público consiga emocionarse con algunas bandas sonoras que han marcado la historia del cine a través de la interpretación de Antonio Fernández al violín, María Fernández en el obeo y Alberto de Paz al piano. Todo ello, entremezclado con el soporte multimedia que aporta Francisco Javier Mesa, que consigue que la imagen y la música consigan ir de la música.

Esta es la propuesta que ha podido verse en el Teatro «El Silo» de Pozoblanco durante el concierto «Pasión por el Cine», bajo la dirección musical de Alberto de Paz y que se engloba dentro del Festival Internacional de Música de Cine de la provincia de Córdoba. El trío formado por violín, oboe y piano, junto a la sincronización de las películas correspondientes gustó a un público que supo acudir a la cita y disfrutar de la misma. Merecía la pena.

«Pasión por el Cine» es un proyecto que se remonta a 2006, cuando se estrenó como clausura del Primer Festival de Artes Escénicas «Duque de Rivas». Desde entonces, esta idea ha ido cuajando gracias a la elección de las piezas que van desde Memorias de África a La Bella y la Bestia.

Y es que el espectador puede cerrar los ojos y vislumbrar las imágenes que se van proyectando porque las piezas elegidas son parte de la historia del cine, en este caso, de su música. Memorias de África, Sonrisas y Lágrimas, Los Chicos del Coro, La Lista de Schindler -espectacular el trabajo al violín-, Mary Poppins, West Side Story, La Misión, La Bella y La Bestia y Cinema Paradiso fueron las películas cuya música e imágenes se pusieron en escena.

Cada una de las interpretaciones consiguió encandilar a un público que se fue metiendo paulatinamente en el espectáculo y que acabó de pie aplaudiendo a los cuatro artífices de «Pasión por el Cine», que como agradecimiento tocaron una pieza «de regalo». Y así, la música de Piratas del Caribe cerró el concierto.