En tiempos de crisis la solidaridad y la empatía parecen ganar enteros y eso es lo que está pasando en muchos pueblos de la comarca de Los Pedroches, donde ante la falta de material sanitario como mascarillas y batas, instituciones, empresas y particulares se han puesto manos a la obra para paliar ese déficit y asegurar que el personal de residencias de mayores, del servicio de ayuda a domicilio o la ciudadanía en general pueda contar con las perceptivas mascarillas.
En Añora ya se han realizado más de 600 mascarillas gracias a las manos de más de 25 voluntarias que han dado forma al material comprado por el Ayuntamiento de la localidad. «Tenemos un punto crítico, que es la residencia de mayores, estamos cuidando todo al máximo para que no haya ningún contagio», explica a este periódico el alcalde de la localidad, Bartolomé Madrid. Para realizar las mascarillas solicitaron criterios al Hospital para su confección y veinticinco mujeres cortaron y cosieron más de 600 mascarillas en la primera tirada, aunque el trabajo sigue con la suma de nuevas voluntarias. «Queremos darle a toda la población y si le son útiles al sistema sanitario u otros colectivos pues también», indica Madrid que apunta que «todas las personas son voluntarias y también hay empresas que nos han donado material».
Y de Añora a Villanueva de Córdoba donde la iniciativa de la familia Molinero Vigara, Molinero Cepas e Isabel Serrano está alcanzando cotas impensables al inicio. Nos la relata Paqui Vigara que explica que «estábamos en casa guardando la cuarentena, oímos a la alcaldesa decir que no había mascarillas en algunos centros y para las auxiliares de ayuda a domicilio, pensamos que teníamos la infraestructura y que algo tendríamos para poder hacer». Tras buscar opciones en el taller, estos socios encontraron una tela que podría funcionar por lo que acudieron al Centro de Salud del municipio para obtener la opinión de los profesionales. Con el visto bueno concedido, empezaron a cortar 3.000 mascarillas dejando entregadas ese mismo día 200 en el Ayuntamiento jarote.
«La idea se fue conociendo por lo que empezamos a repartirle a la gente del pueblo para que cosiera y entre todos hemos podido hacer 3.000 mascarillas y con otros materiales hemos podido cortar otras 5.000″, detalla Paqui Vigara. El trabajo de estos vecinos de Villanueva de Córdoba ha beneficiado también a otros pueblos de la comarca, concretamente a Conquista, ya que tras conocer la iniciativa responsables del Ayuntamiento de Conquista se pusieron en contacto para ver la posibilidad de que en estos talleres también se confeccionaran mascarillas para cubrir las necesidades de este pequeño municipio. Dicho y hecho porque 3.000 mascarillas salieron con destino Conquista.
Ahora han dado un paso más y están cortando batas y aunque la iniciativa partió de este taller, Paqui Vigara recalca que lo excepcional es ver cómo la gente ha ido colaborando y se ha ido sumando a la iniciativa. «Ahora se reparten a través del Ayuntamiento, nos pusimos en contacto con la alcaldesa y cuando las terminamos es el Ayuntamiento el que las distribuye», relata. «La verdad que reconforta el pensar que tu trabajo pueda evitar que personas se contagien, esto es una cosa de todos, estamos en la obligación de hacerlo. La gente está cosiendo en sus casas, empezamos solas, pero luego la gente empezó a llamar y a sumarse y eso es lo bonito de todo esto», finaliza quien pone voz a esta bonita iniciativa.
En Hinojosa del Duque también son manos anónimas las que cosen y confeccionan esas mascarillas. El diseñador Francisco Tamaral es el encargado de cortar y preparar las mascarillas que luego son repartidas a más de treinta voluntarias de la localidad para su confección. Una vez terminadas, la recogida se centraliza en la Asamblea Local de Cruz Roja y de ahí parten para cubrir necesidades. Manos anónimas también son las que permiten que en Villanueva del Duque la residencia y los vecinos tengan mascarillas, manos que a su trabajo diario suman el esfuerzo de no dejar a nadie tirado en estos momentos de incertidumbre y complejidad.
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