El curso escolar 2019-2020 está teniendo que hacer frente a las vicisitudes derivadas del coronavirus y del corte de clases presenciales. A partir de ahí, profesorado, alumnado, padres y madres han tenido que familiarizarse con clases ‘online’, tutoriales y plataformas para que el alumnado siga conectado al mundo educativo y a la formación. Un sistema que ha sido aplicado en las diferentes etapas educativas, con la complejidad que conlleva saber la diversidad entre el alumnado, además de estar constantemente pendientes a las decisiones que los responsables políticos toman conforme evoluciona la pandemia. Y aunque es algo común a todos los cursos, lo cierto es que el alumnado de 2º de Bachillerato vive estos días con más incertidumbre porque su presente ha dado un giro inesperado y porque a la vuelta de la esquina está la prueba que determinará su más inmediato futuro, la Selectividad.
Una prueba que en Andalucía se ha fijado para los días 7, 8 y 9 de julio y ante la que el alumnado se prepara sin saber muy bien los cambios que conllevará y con las dudas propias de saber que la evolución de la pandemia puede cambiar las decisiones adoptadas de manera previa. Luna Moreno es una de las alumnas de la comarca de Los Pedroches que en ese mes de julio se tendrá que enfrentar a la Selectividad con el objetivo de conseguir una nota que le permita acceder a los estudios de Enfermería. «Claro que tenemos presión, empiezas este curso sin saber lo que va a pasar, ahora esa sensación se ha incrementado mucho más, no tenemos nada seguro, no sabemos la forma de evaluar, es una presión añadida», nos explica.
«La forma de dar las clases está bien, tenemos una plataforma en la que nos suben los archivos y actividades, los profesores nos ponen una fecha tope y nosotros subimos esas actividades hechas. Generalmente nos las devuelven corregidas y con una nota, si esa nota servirá o no, pues no lo sabemos. Luego hay asignaturas en las que el profesor realiza videollamadas para explicarnos, otros nos mandan vídeos y si tenemos dudas existe un foro donde vamos preguntando las dudas», relata esta alumna del IES Los Pedroches.
Después del cierre del segundo trimestre, donde «fuimos reforzando», la situación ha variado porque «no quieren que nos quedemos estancados y vamos avanzando contenido poco a poco». Y a pesar de las tecnologías, es indudable que hay materias donde es complejo avanzar sin clases presenciales donde todas las dudas puedan quedan resueltas al instante. «Hay asignaturas en las que ya te cuesta en clases, pues ‘online’ es más complicado, lo que está claro es que hay que ser constante, aunque das prioridad a las cosas que tienes que entregar», apunta.
Pero por encima de ese día a día quedan las dudas de cómo afrontar una prueba que «nosotros venimos preparando de una manera concreta, parece que los cambios que harán serán para beneficiar al alumnado ante estas circunstancias, pero no estás tranquila». Entre esos cambios se manejan el dar más alternativas y opciones al alumnado porque el temario visto por unos y otros puede variar, aunque la situación es tan incierta que si la pandemia impidiese la celebración presencial la ministra Isabel Celaá no descartó una prueba de forma telemática. Dudas y más dudas que indudablemente afectan a los alumnos, cada uno con una casuística. «Tengo amigos que, por ejemplo, quieren estudiar Medicina y necesitan una nota muy alta, no están teniendo la posibilidad de esas presentaciones en clase o actividades que te permitían subir nota, tienen mucha más presión», nos explica Luna.
Mientras se acerca la fecha y las dudas se convierten en certezas toca adaptarse a los cambios provocados por el coronavirus, unos cambios que afectan a unos jóvenes que están en un curso y en un momento decisivo en sus vidas. Los planes para ese verano especial también han variado, pero quedarán para cuando la vida vuelva a su ritmo y forma habitual.
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