Con la llegada de los meses de verano toca descansar de las actividades cotidianas y rutinarias. Es el caso de las Escuelas Municipales de los diferentes deportes, que paulatinamente van cerrando un nuevo ejercicio deportivo y celebran la fiesta final de curso. El pasado viernes le tocó el turno a la Escuela Municipal de Tenis de Pozoblanco, que puso el punto y final a nuevo año deportivo como viene siendo tradición, dándole a sus jóvenes tenistas la oportunidad de demostrar sus progresos frente a sus más fieles seguidores, sus familiares.

Poco a poco, y agrupados por edades, los tenistas pisaron la pista para realizar algunos ejercicios con los que han sido sus entrenadores a lo largo de la temporada. Durante más de media hora, todos los niños y niñas disfrutaron del deporte que les une a todos y que han venido practicando durante todo el año.

Después de jugar, los niños y niñas fueron obsequiados con una bolsa de chucherías y se procedió al habitual sorteo de varias prendas deportivas, así como accesorios para la raqueta o botes de bolas de tenis. Momentos divertidos en los que los más jóvenes se divirtieron de lo lindo esperando ser los agraciados.

El deporte dejó paso a la convivencia, ya que la directiva de la Escuela dispuso una barra para que mayores y pequeños siguieran disfrutando, en esta ocasión a través de las experiencias conjuntas y conviviendo con el tenis como nexo de unión.