Comercios y establecimientos que no sean de primera necesidad cerrados a las seis de la tarde, esa es la situación que se vivirá por primera vez hoy en Andalucía tras las medidas decretadas por la Junta para evitar la propagación del coronavirus. Unas restricciones que vuelven a golpear al pequeño comercio que afronta, de momento dos semanas de incertidumbre y antes las que llegan nuevos horarios para intentar «salvar» las ventas.
El presidente del Centro Comercial Abierto, Moisés Antolí Serrano, analiza la situación entendiendo la imposición de restricciones ante el avance de la pandemia, pero con la firme creencia de que «son unas medidas injustas con el pequeño comercio porque evidentemente no somos el foco de contagio, hemos hecho fuertes inversiones en medidas, estamos cumpliendo, y nos toca cargar con algo que no nos parece justo porque todos sabemos que el problema no está en el pequeño comercio«.
Estas restricciones serán «un palo fuerte» para el sector porque para que hagan menos daños habrá que intentar cambiar la mentalidad de consumo de un cliente con unas costumbres muy arraigadas. «Mi experiencia me dice que la gente empieza a comprar sobre las siete de la tarde, tenemos otra filosofía de vida, pero vamos a ver cómo responde la gente», explica. Una respuesta ante la propuesta global que ha anunciado la Asociación y que no es otra que adelantar la apertura con horarios de 9:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 18:00 horas porque ante todo «no podemos tener una actitud derrotista».
La esperanza ahora se centra en una campaña de Navidad a la que se espera llegar a pleno rendimiento, o al menos, con menos restricciones. «Eso es lo que esperamos, llegar a esa campaña bien porque esto es un palo complicado, llegan las restricciones, no tenemos ayudas, no hay concienciación y eso lo pagamos todos. Se cierran los pequeños comercios, pero la movilidad sigue hasta las diez de la noche, no es justo, pero esperemos que para Navidad esté todo más controlado», señala.
Además de los cambios en el horario, los empresarios tendrán que apostar por las nuevas formas de comercio, adaptarse a la nueva realidad y eludir también las restricciones de movilidad entre municipios. Para ello, se apostará por los canales de venta telemáticos y la entrega a domicilio, una opción permitida que provocará que muchos negocios sigan manteniendo a clientes que durante dos semanas no podrán desplazarse por el cierre perimetral de los municipios andaluces.
La situación, que ha llevado a que «sean muchos compañeros los que se han quedado en el camino, más de los que creíamos y otros que están muy débiles», provoca que se sigan mirando a unas ayudas que no llegan por parte de las diferentes administraciones. De momento, la más cercana trabaja en unos bonos de consumo que el sector celebra pero antes los que se llega «tarde». «Las ayudas hay que sacarlas cuando se necesitan y han pasado ya diez meses, ya hay gente que ha cerrado sus negocios», puntualiza el presidente del CCA.
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