El Club de Golf de Pozoblanco celebra este fin de semana elecciones a la presidencia que finalizarán con un relevo ya que el actual presidente en funciones, Pablo Castro, no opta a la reelección tras su mandato de cuatro años. Por primera vez en la historia de la entidad serán dos los proyectos entre los que tendrán que elegir los socios, los encabezados por Joaquín Gámez y Guzmán Fernández. Todo ello en un año donde el calendario electoral se ha tenido que adaptar a la pandemia del Covid-19 y por eso las votaciones se podrán realizar en la jornada del sábado y domingo. Antes de conocer el nombre del nuevo presidente del Club de Golf, charlamos con Pablo Castro sobre el balance que hace de estos cuatro años al frente de la entidad.
La primera de las cuestiones que abordamos con el todavía presidente es la decisión de no presentarse de nuevo algo que explica atendiendo a que «después de cuatro años tengo muchas alegrías, más que penas, pero dentro de la propia directiva hay choques, gente que no cumple como debe y eso te enfría. Llegas con toda la ilusión para que el club crezca, los primeros años todos se vuelcan pero conforme avanzan los años eso va cambiando y viendo todas estas cosas y uno que ya no es juvenil pues toma la decisión. Sin olvidar las razones familiares, porque le quitas mucho tiempo a la familia».
Aunque asegura que aún le queda ilusión, Pablo Castro entiende que es el momento de dar un paso al lado. Lo hace con el sentimiento claro del «deber cumplido» y para argumentar esa afirmación hace un balance donde destaca la mejora del campo, el empujón dado al propio deporte y al club y el más que saneamiento de las arcas de la entidad. En el primero de los aspectos, Castro detalla que «cuando llegamos, por unas u otras razones, el campo no estaba en las mejoras condiciones, ese fue uno de los retos que me propuse porque un club sin campo no es nada». Para ello, se confío en ‘greenkeapers’, ingenieros agrónomos especializados en campos de golf, para lo que se contó en primera instancia con una persona conocida por el club y en segundo con la aportación y colaboración de las federaciones nacional y autonómica, que asumieron el coste de las visitas de estos técnicos.
El segundo punto que destaca Pablo Castro de su mandato es la evolución de la masa social. «Cuando se constituyó el club había una masa de socios protectores que no jugaban al golf. Cuando nosotros llegamos estábamos en torno a los 200 entre socios protectores y socios jugadores y lo que ha ocurrido es que se han dado de baja muchos socios protectores pero se han dado de alta muchos socios jugadores. Estamos en un crecimiento del 40 por ciento, algo que no es mérito de una persona, sino de muchas», alega. Una subida que el presidente en funciones explica también por los torneos que se han ido sucediendo a lo largo de estos años y que han permitido situar al Club de Golf de Pozoblanco en una excelente posición, además de «la campaña enorme que se ha hecho en redes sociales».
En los puntos a mejorar que detalla, Pablo Castro señala que la Escuela Municipal aún puede escalar posiciones y agrupar a un mayor número de niños y niñas ya que sin cifras malas, sí plantea margen de mejora. Por otro lado, Castro apuntó a la cuestión económica destacando las inversiones realizadas, pero también que la junta directiva que tome el relevo se encontrará las arcas debidamente saneadas. Por último, Pablo Castro no quiso decir adiós sin el capítulo habitual de agradecimientos que hizo extensivo al Ayuntamiento de Pozoblanco, a la Federación Española, a la Federación Andaluza, Covap, a los patrocinadores, a la prensa, a los socios y a los trabajadores del campo.
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