El alcalde de Alcaracejos, José Luis Cabrera (PSOE), ha emitido una carta en la que ha reconocido que también se ha vacunado contra el Covid-19 con una dosis sobrante en una de las residencias de la localidad. Un caso que sale después del que ha salpicado a la primera edil de Torrecampo, la también socialista Paqui Alamillo.
En la misiva, Cabrera apunta que «el día 31 de diciembre, cuando la delegación de Salud y Familias envió a sus equipos de vacunación a nuestras residencias de mayores y después de que se vacunarán todos los residentes y el personal, una personal del equipo de vacunación me llamó pidiéndome que me vacunara dado que habían sobrado unas dosis y si no me la ponía se desecharía». El alcalde describe que en ese momento se encontraba en la puerta del edificio dando ánimos al personal en un momento «tan importante».
Después de hacer hincapié en la insistencia que se realizó en los días previos al inicio de la vacunación para que mayores y personal se vacunaran, el alcalde apunta que «cuando a mí me llamaron diciéndome que de lo contrario la tirarían mi primer pensamiento fue que tenía que ponérmela porque no pudiera parecer que yo no me fiaba. De hecho, así me lo manifestó el personal sanitario allí presente». «Si volviera atrás no me la hubiera puesto, porque yo no tenía intención de ello. Es más, si yo hubiera querido especular con la vacuna o dirigir su destino final podría haber elegido a las personas de riesgo que yo creyera oportuno, antes que ponérmela yo».
Con esta carta, el primer edil ha querido dar a conocer a sus vecinos esta situación apuntando finalmente que «pide perdón» y traslada a sus vecinos que «en ningún momento he obrado con mala intención ni he querido beneficiarme de mi situación como alcalde»-
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