Después de saltar a la comba llegó el momento de la carretilla. Los chicos por un lado y las chicas por otro. Cuatro tandas y en todas ellas un relevo más, ya que en lugar de los cuatro que se realizaban, recorriendo cada uno veinte metros, se aumento a uno por lo que se redujo esa distancia a los 17,5 metros.
La agilidad y la rapidez, claves para la carretilla
Uno de los participantes intenta avanzar
Los integrantes de los equipos esperan su turno, mientras otros espectadores los siguen desde la Plaza de Toros
El equipo de los Becerros Olímpicos durante la carretilla
Todos esperando. Unos a participar, otros a ver el espectáculo
Los participantes no pudieron levantarse hasta que no acabar el grupo al completo
Dos equipos durante su participación
Los atletas lo dieron todo
El Trompetón no solo animó, sino que también lo dio todo a la hora de participar
Momento de uno de los relevos
El equipo de Masmorcilla intentando conseguir el equilibrio
Unas Olimpiadas que dejan los récords a un lado pero que mantienen la llama olímpica más viva que nunca
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