Pozoblanco dijo ayer domingo adiós a su ‘no feria’, unos días donde la localidad pareció recuperar la normalidad previa al estallido de la pandemia del Covid-19 a tenor de las imágenes que nos han ido dejando los días. Si bien es cierto que no hubo feria como tal, el Recinto Ferial ha sido durante cinco días el epicentro de la actividad para los más pequeños por la veintena de atracciones que se instalaron desde el pasado martes y de las que hoy lunes a primera hora apenas quedaban rastros.
Emulando a lo realizado en otras localidades, esta opción ha servido de revulsivo a un sector que ha llegado a acumular más de un año de parón ante la falta de fiestas de esta índole. El otro sector donde se ha observado esa «normalidad» ha sido el hostelero y el del ocio nocturno con una importante actividad que ha dejado esas imágenes que se acercan más a la época anterior a la pandemia con calles, bares y discotecas completando aforos.
Una realidad que se dejaba intuir ya el martes, el primer día de la no feria, cuando el Recinto Ferial ofrecía imágenes muy parecidas a las de cualquier año con programación habitual, a excepción de la no instalación de casetas. Aunque la lluvia hizo acto de presencia a mediados de semana, a partir del viernes la situación mejoró registrándose días especialmente positivos para los sectores antes mencionados.
La relajación de las medidas con la entrada en el nivel 1 de alerta sanitaria se han dejado notar en una localidad que acumulaba tres días sin registrar ni un solo caso de Covid-19. Con todo, la relajación de medidas no conlleva una eliminación de las mismas y eso también ha sido denunciado estos días, principalmente, a través de redes sociales.
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