- El entrenador del CD Pozoblanco se queda con «el excelente grupo humano» que tuvo el equipo, que «ha sido el gran secreto» del curso, con la espina clavada del «rendimiento en cuanto a puntos fuera de casa»
El Club Deportivo Pozoblanco cerró hace seis días su participación liguera finalizando duodécimo con 34 puntos, tras 8 victorias, 10 empates y 14 derrotas, con 37 goles a favor y 49 en contra, no tuvo problemas con la zona de descenso prácticamente en ningún momento pese a su discreto rendimiento fuera de casa. Tanto como para acabar la liga sin victorias forasteras.
El entrenador del equipo, Antonio Jesús Cobos, hizo una valoración de la temporada «en lo individual y en lo grupal bastante buena» en declaraciones a Cordobadeporte. «A nivel personal me ha permitido volver a entrenar en Córdoba tras seis años fuera, en el Grupo Extremeño, en un club al que tengo mucho cariño y en el que mi familia tiene muchísima importancia. Ha sido un año duro, porque el Grupo 10 fue especialmente igualado, pero en lo deportivo conseguir el objetivo de la permanencia con cierta prontitud debemos valorarlo de manera muy positiva, aunque nos queda a todos la sensación de haber podido quedar un poco más arriba», admitió. ¿Cuánto? «Al menos algo más entre los que estábamos de mitad de la tabla hacia abajo. Los 6 o 7 primeros para el resto desde el principio parecían inalcanzables».
Toca valorar y destacar los mejores aspectos, y para Cobos están claros. «Lo más positivo sin duda fue el excelente grupo de trabajo que hemos hecho, empezando por el cuerpo técnico. Hemos trabajado muy bien, con gente de la casa, de Pozoblanco, muy profesional, dentro de las limitaciones de un club como el nuestro. Y la plantilla es un grupo extraordinario; es muy difícil que los mismos jugadores que empiezan el año lo acaben. Sólo tuvimos que hacer una incorporación a la mitad, por los problemas de bajas, pero el resto empezamos a entrenar el 1 de agosto y hemos acabado todos a finales de abril», recordó. «Este grupo tan bueno ha hecho que todas las dificultades se solventen de manera natural, con la gente muy cohesionada. Ha sido el gran secreto y por eso la permanencia se logró de manera virtual con muchísimas jornadas por delante, basada en la fortaleza en casa», defendió.
En la otra parte de la balanza, no hay mucho que esconder. «El aspecto más negativo y la espina que tenemos todos clavada es el rendimiento del equipo en cuanto a puntos fuera de casa. Ha sido el gran debe este año y lo que no nos ha permitido quedar más arriba, y somos todos conscientes. Pero en cuanto a puntos, porque fuera se han hecho partidos excelentes. Todo el que nos ha visto sabe que en grandes escenarios y ante grandes rivales el equipo ha estado muy bien. Nos ha faltado rematar con más puntos», lamentó.
Dos ligas distintas
Hablando de la competición, fue un curso un tanto raro. «Desde primera hora, incluso antes de empezar, estaba la competición partida, entre comillas. Había un grupo de equipos muy poderosos, que sabíamos que iban a estar peleando por los puestos de play-off desde el minuto 1. Destaca sobre todos el Recreativo de Huelva. El resto de los que se quedaron arriba son los que preveíamos, entre ellos el Córdoba B, que estuvo todo el año arriba y que con una plantilla tan joven y tan nueva rindió de manera extraordinaria, peleando con equipos más fuertes pese a representar al Córdoba y ser un filial. Es una pena que se quedaran fuera del play-off porque se lo merecían. A esos 6 equipos hay que sumarles Salerm Puente Genil y Sevilla C, por estructura y por objetivos», expuso.
Fuera de ese grupo de cabeza, «donde se quedaron fuera algunos porque siempre alguien tiene que quedarse», la batalla «ha sido durísima, cruel en algunos momentos». «Nos hemos sentido a gusto en esa pelea, porque hicimos las cosas medianamente bien, sobre todo en casa. Fue dura pero bonita. Nosotros, con el objetivo claro desde primera hora, estuvimos en el camino de una liga muy igualada y muy fuerte, donde de primera a última hora fue lo que todos esperábamos».
Elecciones a la presidencia
Ahora, poco a poco, toca mirar al futuro, aunque ahí se abren más dudas que certezas. «El Pozoblanco tiene ya casi 100 años de historia y es el equipo de la provincia con más solera en la Tercera División. La entidad debe seguir su camino y creo que así va a ser. Ahora mismo hay elecciones y lo normal es que haya nueva junta directiva para el año que viene», pronosticó. «En eso está la entidad ahora mismo y es lo más importante, resolver esa situación institucional, como en todos los clubes y más en uno tan histórico. A partir de ahí los dirigentes deberán establecer las líneas de trabajo, con la cantera y con el club en los próximos años».
Sólo entonces tocará mirar lo individual. «Mi sensación en lo personal es que necesitamos un tiempo de vacaciones, de descansar un poco, aunque suena a topicazo, y a partir de ahí ya veremos lo que ocurre», finalizó.
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