La Escuela de Fútbol Base de Pozoblanco cerró el pasado fin de semana un nuevo curso con la clausura de la temporada 2021/2022. El alumnado de la Escuela, unos doscientos niños y niñas, disfrutaron de las actividades programadas por la dirección de la Escuela y lo hicieron junto a sus familiares como viene siendo tradición como cierre de la temporada. Un fin de fiesta que pone el colofón a otra buena temporada para la Escuela de Fútbol Base de Pozoblanco.
En la jornada del viernes se desarrolló el Torneo Clausura, mientras que el sábado hubo actividades multideporte, partido entre familiares y la entrega de premios de la temporada. En este apartado destacó el premio Encina de Plata, un galardón que la Escuela otorga cada año a personas implicadas en el mundo del deporte, y que esta edición recayó en Antonio Pozuelo Torrico.
Un reconocimiento merecido ya que Antonio Pozuelo Torrico entró en 1989 en el club, siendo uno de los primeros monitores. Además, ese reconocimiento se hizo extensivo por el trabajo que desempeña en otros colectivos de la localidad de manera altruista. Un galardón que recogió rodeado de su familia y amigos ofreciendo una de las imágenes de la jornada de clausura. La otra la protagonizaron todo el alumnado de la Escuela, así como cada uno de los entrenadores de los diferentes equipos, que siguen permitiendo que este colectivo sea uno de los referentes del deporte pozoalbense.
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